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El Sector Agricola Puede Ganar Músculo

. La agricultura es fuente de grandes incertidumbres y esto provoca que el sector se estanque y tienda a desaparecer. Los profesionales agrícolas  no saben si venderán el producto, ni a qué precio, ni cuanto  le van a subvencionar,  ni cuando le ingresaran la subvención y,  en algunas zonas, ni tan siquiera tiene claro el precio del agua ni la cantidad. Con tantas dudas es difícil o imposible que las personas se animen a emprender en es este sector.  En este contexto es necesario  que  reduzcamos las incertidumbres para animar a todo aquel que desee emprender en el sector de la agricultura.

Los tres ejes a trabajar se pueden resumir en: la comercialización, la subvención y el agua.

 

COMERCIALIZACIÓN

En la década de los noventa se inició un cambio en nuestra cultura, en nuestra forma de consumir. Llegaron los grandes centros comerciales, en el año 1993 se inauguró el centro comercial las Arenas y,  hoy en día,  siguen inaugurándose nuevos centros comerciales, en ellos se instalan supermercados de firmas internacionales sin compromiso alguno con la  producción local.

Las grandes superficies fusilan las tiendas de comestibles y los pequeños supermercados  e impide al pequeño trabajador de la tierra o la ganadería colocar la mercancía que produce, provocando  mucho daño al sector primario.

Ante esta situación las administraciones tendrían que haber reaccionado, por un lado promoviendo el consumo de la producción local y por otro acordando con las grandes superficies, compromisos y cuotas de mercado para los productos locales.

 

LA SUBVENCIÓN (POSEICAN)

Desde la Administración Autonómica se ha usado la subvención conocida como el poseican, con el objetivo de estimular la producción local.

En el diseño y aplicación de esta subvención, no se ha tenido en cuenta que existe también la necesidad de organizar la producción. Y esto está provocando la imposibilidad de estabilizar un mercado que es, a día de hoy,  bastante volátil.

Para esto es necesario incluir un máximo de hectáreas por productos y fechas, se trata de organizar la oferta.

Hay que entender la subvención como una herramienta proactiva, que permita por un lado organizar la oferta, y que genere certidumbre en cuanto a la cantidad que recibirá el agricultor o agricultora y en la fecha en que lo cobrará.

Además de intensificar el control de esta subvención,  se debe evitar que productos de otras procedencias accedan a la subvención.

Tener la seguridad del importe de subvención, genera una confianza en el profesional que invierte y a buen seguro animará a la emprendeduría.

 

EL AGUA

Otro de las incertidumbres es la falta  de agua y el precio de la misma.  Si bien el Consejo Insular de aguas está trabajando en la línea de aguas depuradas, lo cierto es que ni el sector agrícola ni los consumidores y consumidoras saben si  con estas aguas se pueden regar determinados cultivos,  además de existir diferentes depuradoras y con diferentes calidades. Es urgente clarificar y regular el uso de las aguas depuradas, informar al agricultor y agricultoras  y mejorar la calidad de algunas de las depuradoras.

También es necesario que estas aguas lleguen a la zona de medianías, pues en la actualidad sólo se usan en  zonas de costa.

En determinadas zonas  aún existen los aguatenientes, que desestabilizan los precios del agua cuando hay escasez.  Tampoco existe un precio máximo al agua,  depende de la lluvia.  Es necesario emprender cambios en la gestión del agua de lluvia, no debemos permitir el aprovechamiento privativo de un bien común como es la lluvia.

 

Si queremos que el sector agrícola  recupere músculo,  administraciones y consumidores tendremos que  poner de nuestra parte.

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