Cada ser humano tiene algo bueno que aportar a este mundo. Nadie está aquí por mera casualidad. Hayas nacido en un lugar u otro, seas de una religión e ideología distinta a la de los demás, creas o no creas en un “poder superior”, algo viniste hacer para que el mundo pueda mejorar.
Nadie está exento de ello: ni por raza, color de piel o tendencia sexual. Todos forman parte de un perfecto engranaje que le da movimiento al “motor de la vida” para que siga su curso inalterable y le dé un sentido más valioso del que se pueda imaginar.
No viniste a sufrir, estás aquí para que explores tus capacidades innatas y seas feliz al compartirlas con los demás. Nada ni nadie puede reprimir lo que viniste a hacer, solo confía en ti y vive con pasión tu creatividad.
No importa si destacas ante la sociedad o si tu labor es discreta, silenciosa; recuerda que el sol brilla aunque haya nubes que lo traten de ocultar.
Es indispensable que dediques tu tiempo, tu entusiasmo y te enfoques a desenvolver aquello que has venido a desempeñar.
No te subestimes, cualquier cosa que lleves a cabo, por insignificante que parezca, es tan importante como la más grande obra que se haya podido crear. Sé positivo y no olvides que eres igualmente parte de una misión que solo tú puedes desarrollar.
Si no has logrado encontrar tu lugar, date un instante para observar dónde estás. ¿Te sientes bien y eres feliz? Tal vez sea hora de cumplir con ese sueño, sin miedo ni reparo, que te envolverá de felicidad.
No esperes a que pase la vida sin hacer lo que dentro de ti resuena a ser cumplido con genialidad. Puede parecer una quimera, no obstante piensa que nadie hace nada sin, al menos, intentarlo, y es preferible esto a vivir frustrado por temor a fallar.
Haz lo que te haga feliz, lo que te llene de paz. El mundo necesita de gente como tú que esté dispuesta a aportar su granito de arena, su obra insigne, con nuevas ideas, que edifiquen y que sean un estímulo por el que otros se puedan inspirar.
Sé original y sencillo, ten en cuenta lo importante que eres, la valía de tus capacidades, no te distraigas y comienza a dejar tu imborrable huella en este lienzo de la vida que tú también viniste a trazar.
David Valentín Torres
Escritor de psicología y filosofía