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El Cabildo de Gran Canaria atiende en su Centro de Fauna Silvestre a una garza real que llegó débil e inmóvil por botulismo

  • Se trata de una enfermedad común en aves que viven cerca de charcas y estanques, produce diarrea y parálisis, y si no se trata a tiempo puede provocar la muerte
  • Al Centro de la Institución insular llegan al año casi una veintena de garzas reales heridas

Las Palmas de Gran Canaria, 21 de octubre de 2020.- El Cabildo de Gran Canaria atiende en su Centro de Recuperación de Fauna Silvestre a una garza real que llegó débil e inmóvil por botulismo, una enfermedad común en aves que viven en charcas y estanques, que produce diarrea y parálisis, y que si no se trata a tiempo puede provocar la muerte del animal.

 

Se trata de un ejemplar adulto de garza real de 1,2 kilogramos que fue hallado en un invernadero de Ojos de Garza por un ciudadano que dio la voz de alarma al Centro de Fauna para su rescate al observar que el animal permanecía inmóvil en el suelo.

 

La bacteria que genera el botulismo se reproduce con facilidad en ambientes húmedos donde hay agua empozada. El animal bebe esa agua contaminada o ingiere alimentos en esa zona donde hay mucha carga bacteriana y se contagia.

 

Al entrar en el organismo, el botulismo genera la toxina botulínica, que provoca diarrea y pérdida de movilidad, esto hace que el animal se deshidrate, pierda peso y si no se atiende a tiempo puede morir, ya que al permanecer inmóvil no puede ir en busca de alimento.

 

En el caso de este ejemplar, se le está administrando un tratamiento de antibióticos para controlar la diarrea y suero para hidratarla, y así contrarrestar los efectos de la enfermedad y lograr que el animal elimine la toxina.

 

El pronóstico de esta garza real cuando llegó al Centro hace diez días era muy grave, no era capaz de ponerse en pie  y estuvo con diarrea durante cinco días consecutivos, pero ahora ya se está recuperando, ya se levanta, come sola y los veterinarios la han trasladado a un jaulón de rehabilitación donde permanecerá hasta su liberación.

 

La garza real es un ave migratoria catalogada de interés especial, que habita en Europa, África y Asia, y que a su paso por Canarias se puede llegar a ver durante todo el año en Gran Canaria en las zonas de humedales, como charcas o estanques.

 

De gran tamaño, la garza real posee una figura estilizada, un cuello largo al igual que sus patas, en su plumaje predominan los tonos grisáceos y blancos, y posee un afilado pico de color amarillento. Se alimenta de peces, ranas y ratones.

 

Al Centro de la Institución insular llegan al año casi una veintena de garzas reales heridas, algunas por traumatismos por colisiones con cableado eléctrico y otras intoxicadas tras ingerir ratones envenenados.

 

Al encontrar una garza real o cualquier otro animal silvestre herido hay que llamar al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre al 928 35 19 70 o al 112, y el Cabildo se encargará de atenderlo y reintroducirlo en el medio natural. Asimismo, por precaución es importante intentar coger la garza real con una toalla y meterla en una caja con ventilación, no darle de comer ni beber, y esperar junto al animal hasta que lleguen los operarios del Cabildo.

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