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EDADISMO

El término edadismo fue acuñado en los años 60 por el gerontólogo Robert Butler, y se define como la discriminación hacia las personas en función de su edad, categorizando, dividiendo, ocasiona daño, desventaja o injusticia y sobre todo daña y menoscaba la solidaridad intergeneracional

El edadismo perjudica nuestra salud y bienestar y constituye un obstáculo al envejecimiento saludable, tal como reconocieron los Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la Estrategia y plan de acción mundiales sobre el envejecimiento y la salud, y en el Decenio del Envejecimiento Saludable (2021-2030).

Desde mi atalaya, desde donde puedo otear, navegar los espacios, mi entorno, mis relaciones. Me siento ubicada, doy gracias a la vida, por todo lo aprendido, por lo sufrido, gozado y disfrutado, por el camino, por las estaciones en las que he descansado, reflexionado y por la motivación y agradecimiento a todo lo vivido durante estos 70 años recién cumplidos.

La edad es una de las primeras características que observamos en otras personas. “Cada día estás más joven, no has cambiado nada”, estos son comentarios frecuentes que se dicen a las personas mayores, podemos decir que se usa como halago, poniendo en valor la juventud, en una sociedad cada vez más longeva, obviando la importancia de vivir acorde con la etapa de vida que nos toca.

Se ha vivido durante años la “Juventud” como el elixir que se consigue en un quirófano de estética o en la tienda de ropa para quinceañeras, o consejos de nutrición, deporte o cosmética para alargar la juventud.

Cuando le decimos a la joven dependienta que acabamos de conocer, al joven camarero o enfermero… “tutéame”, con la intención de sentirnos más próxima a su juventud que a la persona. “Usted” es un trato de respeto, de consideración que reivindico como signo de aceptación de la edad y la experiencia de vida.

Quiero comentar un matiz sexista del edadismo que afecta más a las mujeres en la vida cotidiana, por ejemplo: a partir de los 60 años y más, ya no eres atractiva, eres “una señora mayor”; un hombre de la misma edad es un señor “maduro y atractivo”.  La diferencia sexual, legitima y afianza la desigualdad social entre las personas en cualquier edad.

No vale cómo nos ven sino como nos sentimos, como disfrutamos de la etapa que vivimos, cada año un regalo, cada sueño una motivación para seguir creando vida, para dignificar, respetar y compartir lo vivido y lo que vamos viviendo.

Como dice Facundo Cabral en su canción “Este es un nuevo día”: Cada día es un nuevo día para empezar de nuevo…

Como canta Mercedes Sosa: “Sólo se trata de vivir…”

Decía la actriz Lola Herrera, a sus 89 años, en una entrevista reciente: “yo soy vieja porque he sido joven antes “

Betty Friedan, teórica y líder feminista estadounidense  de las décadas de 1960 y 1970. Formada en psicología social, dijo:

Envejecer no es juventud perdida, sino una nueva etapa de oportunidad y fuerza”.

Reducir el edadismo presente en nuestra sociedad pasa por concienciar y educar en el respeto y el buen trato. Es necesario fomentar una visión del envejecimiento como una etapa más de la vida, libre de estereotipos y generalizaciones, donde las personas mayores seamos reconocidas en nuestra diversidad y como ciudadanos y ciudadanas de pleno derecho. 

Paqui Domínguez Mena

Exconcejala en el Ayuntamiento de Agüimes

Exdiputada en el Parlamento de Canarias.

Maestra jubilada

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