En El Batiburrillo, Enzo Pérez y Felipe Castillo relataron la odisea que están viviendo para poder casarse en el Registro Civil de Maspalomas. Tras entregar la documentación en mayo y abrir el expediente matrimonial en julio, denuncian que el trámite quedó paralizado porque la única funcionaria encargada de estos expedientes se dio de baja y no se nombró sustituto a tiempo.
La pareja explicó que han puesto quejas en distintas instancias —desde el propio registro hasta correos, ayuntamiento y Cortes—, recibiendo siempre la misma respuesta: saturación de trabajo. Mientras tanto, Felipe, de origen chileno, se encuentra en situación irregular, sin poder trabajar ni viajar, pese a querer hacer todo de forma legal. “Han convertido algo tan bonito como casarse en una tortura”, señalaron.
Criticaron la falta de previsión administrativa, la ausencia de ventanilla única para quejas y el desamparo ciudadano: “No podemos acudir a otro registro porque dependemos del de Maspalomas. Es un derecho fundamental y se nos está vulnerando”. Además, denunciaron que no solo los matrimonios, también divorcios, ayudas y otros trámites están paralizados desde hace meses.
La pareja pide empatía, refuerzos de personal y soluciones urgentes: “El Registro Civil no es un servicio cualquiera, es la única puerta para ejercer nuestros derechos. No puede depender de una sola persona”.
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Los ciudadanos estamos abandonados por la Administración.
Demasiados asesores tienen los políticos pero después nos hace falta personal en el Registro Civil de Maspalomas con la importancia que tiene para que las personas se puedan casar…. Y demás asuntos.
Menos asesores para los políticos y más funcionarios al servicio de los ciudadanos.