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Servicios Sociales y Canarias Convive refuerzan la coordinación con los centros de acogida de menores en San Bartolomé de Tirajana

  • Alejandro Marichal: “Nos corresponde garantizar la tranquilidad en el barrio y, al mismo tiempo, asegurarnos de que estos menores, cuenten con apoyo y oportunidades para integrarse con respeto.”
  • Ruyman Cardoso: “Este proyecto nos permite sentar en la misma mesa a todos los actores implicados, escuchar, aclarar dudas y construir soluciones compartidas desde el diálogo y la cercanía.”

 

La concejalía de Servicios Sociales y la concejalía de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana mantuvieron una reunión de trabajo con la directora general de Servicios Sociales e Inmigración del Gobierno de Canarias, Elizabeth Santana Rosales, y el equipo técnico del Programa Canarias Convive. El encuentro respondió a la denuncia formal trasladada por la Asociación de Vecinos de Fataga y por residentes del núcleo sobre diversas incidencias relacionadas con menores no acompañados acogidos en la zona, con el objetivo de analizar la situación y activar herramientas que mejoren la convivencia en el barrio y en el conjunto del municipio.

Durante la reunión se presentó la propuesta de intervención del Plan Canario de Inmigración y Convivencia Intercultural para San Bartolomé de Tirajana, centrada en la creación de una Mesa Municipal de Atención Humanitaria como espacio estable de coordinación. En este órgano estarán representados el Ayuntamiento, la Dirección General de Protección a la Infancia y las Familias, las entidades gestoras de los centros de acogida, los recursos técnicos municipales y personas representantes de la ciudadanía. La mesa permitirá ordenar la comunicación entre administraciones, compartir información actualizada sobre los recursos disponibles, abordar incidencias con criterios comunes y promover estándares compartidos de intervención y convivencia en los distintos núcleos donde se ubican recursos alojativos de menores.

 

La propuesta, que se enmarca en la línea AH6A del Plan Canario, incluye también la elaboración de un mapa de recursos locales, la definición de un protocolo municipal de coordinación y el establecimiento de circuitos de derivación claros y actualizados, atendiendo a las diferentes necesidades de las personas y de cada situación. De forma complementaria, se prevé impulsar un Proceso Comunitario Antirrumor en el municipio, inspirándose en experiencias desarrolladas en Tacoronte, Santa Úrsula o Puerto de la Cruz, pero adaptado a la realidad de San Bartolomé de Tirajana. Este proceso tendrá como finalidad ofrecer información clara sobre el sistema de acogida, reducir rumores, prevenir estereotipos y fortalecer la convivencia en los barrios donde se localizan los centros.

El primer teniente de alcalde, Alejandro Marichal, agradeció la implicación de la Asociación de Vecinos de Fataga y de la ciudadanía en la búsqueda de soluciones: “La preocupación que nos trasladan los vecinos es real y no vamos a mirar hacia otro lado. Nos corresponde garantizar la tranquilidad en el barrio y, al mismo tiempo, asegurarnos de que estos menores, que también son víctimas de circunstancias muy difíciles, cuenten con apoyo y oportunidades para integrarse con respeto”. Por su parte, el concejal de Participación Ciudadana, Ruymán Cardoso, subrayó el papel de su área en este proceso: “Como concejal de Participación mi responsabilidad es ser puente entre las asociaciones vecinales, la ciudadanía y las administraciones. Este proyecto nos permite sentar en la misma mesa a todos los actores implicados, escuchar, aclarar dudas y construir soluciones compartidas desde el diálogo y la cercanía”.

 

San Bartolomé de Tirajana cuenta con varios centros de acogida de menores no acompañados en su término municipal. En este contexto, el despliegue del Programa Canarias Convive en el municipio se considera una herramienta clave para reforzar las capacidades locales, mejorar la respuesta pública ante la diversidad, prevenir conflictos y consolidar un modelo de intervención que sitúe a las personas en el centro, reconociendo las historias de vida, los puntos en común y las oportunidades de mejora conjunta.

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