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PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y DEMOCRACIA

antonio moralesEsta semana inauguramos en el Cabildo de Gran Canaria la “Iª Conferencia sobre Democracia y Ciudadanía”, un espacio que pretendemos se convierta en un referente en Canarias para el debate sobre la inclusión de la participación ciudadana en el desarrollo de las políticas públicas. Con este foro respondemos a una creciente demanda de la sociedad por participar de manera activa en los asuntos públicos, más allá de los cauces tradicionales de participación en la vida política.

En nuestro programa de gobierno nos comprometimos a fomentar la participación ciudadana y ya en mi discurso de investidura insistí en denunciar que uno de los problemas políticos de nuestra época es el secuestro de la democracia por parte de los que se dedicaron a saquear las arcas públicas nada más llegar al poder. Además de esa ruptura en el eslabón de la representación popular dije que había otra importante: la quiebra de todas las vías de participación ciudadana. Señalé que “la democracia ha sido despojada de todos sus atributos para verse convertida en el mero acto de depositar el voto una vez cada cuatro años”, (hoy tendría que añadir una vez cada seis meses por la resignación y el cainismo de las fuerzas progresistas). Añadí en el discurso que “sostengo que nuestra democracia está en vías del secuestro absoluto y que nuestra sociedad debe reaccionar para recuperar el terreno perdido. Tenemos que propiciar que la gran mayoría se inquiete por lo que importa”.

Desde el área de Participación Ciudadana del Cabildo (creada por primera vez por el actual gobierno progresista y que dirige Juamma Brito) se hizo un diagnóstico de la situación en los 21 ayuntamientos de Gran Canaria y se vio que desgraciadamente son muy pocos los municipios que cuentan con reglamentos de participación ciudadana y que en las últimas décadas hayan realizado asambleas vecinales cada año para debatir las políticas municipales. Vengo de una tradición política de participación vecinal en el ámbito municipal. Y estoy convencido de que esta es la senda por la que debemos seguir transitando. Y aceptar, además, que los tiempos han cambiado y las nuevas tecnologías y las redes sociales nos permiten incorporar recursos que pueden avanzar en la democracia directa.
Pero no es suficiente con la voluntad política que estamos demostrando con nuestro trabajo en este primer año de gobierno, hay que contar con recursos humanos, con formación del personal, con cambios de actitudes tanto en las administraciones públicas como en la ciudadanía. El filósofo Josep Ramoneda, en el artículo “Democracia descafeinada”, defiende que hay que “evitar que las fracturas de diversa índole: generacionales, culturales, laborales, territoriales, económicas y morales, se enquisten y conduzcan inevitablemente al autoritarismo posdemocrático, en que la política quede reducida a la función de policía al servicio de intereses de unos pocos convertidos en intereses generales a través de nuevas formas de violencia”. El intelectual catalán dice que “si la política democrática debería ser el poder de los que no tienen poder, ¿qué proponen nuestros candidatos para poner límites al enseñoramiento del poder financiero sobre nuestras sociedades? Y si el universo digital es el futuro: ¿cómo se afronta la educación para evitar un nuevo analfabetismo y qué se hace para impedir que en nombre de la transparencia se rompan los muros del espacio privado?”.

Internet es una potente herramienta para el desarrollo y la comunicación, pero tiene sus inconvenientes. Por eso en esta I Conferencia Anual sobre Democracia y Ciudadanía, que comenzó esta semana, planteamos reflexionar sobre “Internet y el futuro de la democracia”. Hemos escogido este tema porque una de las apuestas más fuertes de este gobierno va a consistir en la puesta en marcha de una herramienta de participación digital que va a suponer un antes y un después en la manera en la que la ciudadanía se relacione con la institución.

Pero todo este proceso corre el riesgo de fracasar sin la implicación y la reflexión conjunta con la sociedad civil. Internet no es neutra. De hecho, la mayor parte de las herramientas que utilizamos habitualmente, a las que incorporamos nuestros datos personales, pertenecen a grandes corporaciones multinacionales que no dudan en venderlos a otras empresas o incluso a gobiernos. Muchas de las personas que hemos invitado a este foro tienen una visión crítica de internet, nos ayudan a ver las ventajas de la red a la hora de abrir cauces a la participación y a la movilización social, pero también a tener presente quiénes están detrás de internet y sus intereses por controlar los datos personales, uno de los grandes negocios del siglo XXI que se realiza a costa de nuestra intimidad.

La coordinadora del área de investigación sobre Internet, Política y Procomún en la Universidad Autónoma de Barcelona, Mayo Fuster, y el catedrático en Ciencia Política Joan Subirats consideran que “no hay esfera social, económica o política en la que Internet no tenga un papel significativo y esté transformando las condiciones en las que antes se operaba”. En un artículo titulado “Gobierno abierto y políticas públicas” defienden que “Los retos en el escenario de la gestión pública están muy relacionados con los temas de transparencia, control y evaluación desde una perspectiva ciudadana y no estrictamente interinstitucional. La palanca de cambio del funcionamiento de las Administraciones Públicas no está en la mejora interna de su funcionamiento, por importante que ello sea, sino en su capacidad de servir y responder a las necesidades públicas; y para ello transparencia, control y evaluación resultan estrategias imprescindibles”.

En esa línea estamos trabajando desde el gobierno del Cabildo de Gran Canaria. Queremos que la unidad de Participación Ciudadana se convierta en un referente para el resto de instituciones y esté en permanente diálogo con la sociedad civil. En su primer año, además de organizar diversas acciones de sensibilización y empoderamiento con los hombres y mujeres de esta isla y los ayuntamientos, hemos puesto en marcha un plan de subvenciones específico para promover proyectos de participación ciudadana. Vamos a presentar a todos los grupos políticos de la corporación el primer reglamento de participación ciudadana para recabar sus aportaciones. Quiero aprovechar este artículo para invitar a todos los ciudadanos y ciudadanas a implicarse en las organizaciones sociales, vecinales, políticas, sindicales, empresariales, en los órganos de participación de los ayuntamientos…

Frente al discurso nada inocente que repite: “todos los políticos son iguales”, “soy apolítico” o “no me interesa la política” (Franco decía, “hágame caso, no se meta en política”), proponemos el empoderamiento ciudadano, porque la alternativa es dejar que tomen las decisiones por nosotros determinadas élites que defienden solo sus intereses. Como dijo el escritor Antonio Lozano en el discurso que pronunció cuando recibió el premio “Ser Canario” de la Cadena SER: “La democracia nos está siendo secuestrada. Si algo ha dejado claro esta crisis, es que quienes la han gestionado se han puesto al servicio de los verdugos y no de las víctimas. Han dejado de ejercer el poder que emana de las urnas, puesto que actúan en contra de quienes los han elegido. Han convertido el mundo en un galimatías indescifrable y han contribuido a abrir más y más la brecha entre los que todo lo tienen y los que nada poseen”. Nuestra apuesta por la participación ciudadana en el Cabildo va más allá de la utilización de las nuevas tecnologías para las gestiones que tienen que ver con la corporación insular. Lo que pretendemos es que la ciudadanía participe en las decisiones que nos afectan. Solo con la implicación de todos y todas podremos lograr que Gran Canaria, también al hablar de democracia, sea una isla de primera.

Antonio Morales Méndez

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