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La piedra Shattuckita

Cada uno de nosotros podría responder con facilidad, o eso creo, cual es su momento favorito del día, ese  pequeño instante de la jornada en el que nos sentimos libres y felices. Con el paso del tiempo, he aprendido a entrenarme para conseguir muchos ratitos de éstos en mi vida. Reconozco, que al principio no es fácil buscar ese tiempo para uno mismo pues siempre terminamos enredados con asuntos, más que personales, yo diría de la personalidad, pero con perseverancia todo se logra. Para ser honesta con ustedes y antes de dar comienzo al blog de hoy, les diré que no me gusta mucho escribir en primera persona y es por eso, que cada vez que me siento a escribir una historia, redacto en tercera persona, a pesar de que muchos de mis sentimientos y experiencias son el corazón de cada pequeña novela que mecanografío. Sin embargo, he descubierto que en los blogs me resulta muy cómodo escribir con el “yo” No sé exactamente el porqué de este sentimiento pero quizás, me suceda ésto por una sencilla razón, y es que cada viernes me siento abrazada por todos los mensajes tan llenos de amor que ustedes me envían y por tanto, me siento entre familia. Leer todos estos mensajes, sería un ejemplo de lo que antes les comentaba, esos agradables momentos, dentro de  las veinticuatro horas que la vida nos han regalado para vivir un día. Afortunadamente, cuento con más ratitos agradables en mi día a día. De todos esos ratitos, donde la familia juega un papel principal. Hoy les quiero hablar de la parte del día donde más me siento relajada. Las nueve de la noche es una hora mágica para mi marido y para mi, es el momento en el que nuestro hijo duerme, y nosotros tenemos un hueco donde sentarnos a hablar, mientras nos miramos cara a cara. ¡Esto no tiene precio! Durante media hora, hacemos un resumen de nuestro día, reflexionamos, nos reímos, buscamos soluciones a nuestros problemas y además, nos da tiempo para regalarnos unas caricias. Hacer ésto, no nos ha resultado fácil, pues muchas veces, factores externos, como pueden ser la tv, el móvil…. nos solía distraer de éste, nuestro momento. Un día, decidimos hacer un ejercicio para lograr este objetivo: Estar el uno con el otro. Empezamos con un ejercicio de cinco minutos, donde nos sentábamos uno frente al otro mirándonos a los ojos y sin decirnos nada en absoluto, tampoco podíamos hacer caso a ninguna señal externa, a excepción de la llamada de nuestro pequeño. Al principio, mientras lo planeábamos resultaba fácil pero les diré la verdad, llevarlo a la práctica nos costó muchísimo. La primera vez, no logramos estar más de tres segundos sin reírnos, nos sentíamos estúpidos, y fue ahí donde nos dimos cuenta, de que teníamos un grave problema, no sabíamos estar tranquilos, ni quietos. Así que, no tuvimos más remedio que bajar el tiempo a tres minutos pero con el tiempo hemos logrado aumentar a media hora. Con esta práctica logramos y descubrimos muchas cosas nuevas y positivas, una de ellas, y la más que nos sorprendió fue la de valorar el tiempo. Hace unos años, para nosotros cinco minutos no era nada, y ahora, cinco minutos lo es todo. Cinco minutos es mucho tiempo, cinco minutos es muchísimo tiempo, cinco minutos es una vida. No sabemos valorar el tiempo, porque no entendemos realmente que es el tiempo, no valoramos esos cinco minutos, porque parecen insignificante, y es que siempre medimos el tiempo en pasado y en futuro. En este preciso instante, tú estás dedicando un tiempo a leer este blog, muchos de ustedes, seguro que lo estarán leyendo con prisas, y lo peor de todo es que no se dan cuenta. Lo leen con prisas, aunque nada haya que hacer después de esta lectura, pero lo hacen, lo leerán con prisa, y el motivo es que estamos contaminados hasta la médula de este mal, que se llama stress, y por si no fuera poco, llevamos esta dichosa frase “no tengo tiempo” tatuada en el alma;. Lo que empeora este asunto, es que habrán dedicado un tiempo a leer este blog, y no lo habrán aprovechado porque no han sabido saborearlo. Es más, muchos de ustedes, antes de haber empezado a leerlo, habrán echado un vistazo para ver la longitud del texto, y sí les pareció muy largo, habrán pensado; ufff no tengo tiempo y luego se sentarán en el sofá, para perder otros cinco minutos de sus vidas. Es curioso, y respetable, ver como mucha gente dedica parte de su vida a ver la televisión, y nadie se percata de que esta actividad,  sí que es una pérdida de tiempo. Ver la televisión no es malo, en absoluto, siempre que lo que consumas sea educativo, productivo y positivo. Pero, no nos engañemos, los programas que merecen la pena ser vistos, siempre se emiten en las horas que estamos en el mundo de los sueños, mientras los programas bien llamados, basura televisaba se comen sin piedad nuestros más valiosos cinco minutos. Esos programas, comen y comen y no paran de comerse nuestros cinco minutos, uno tras otro, y al final del día, hemos perdido más de 300 minutos embobados viendo la tele ¿Entiendes ahora porque no tienes tiempo? Cada día de la semana, que el reloj marca los primeros cinco minutos de las nueve de la noche, Mi marido y yo, y espero que sean más las personas , estamos en casa, con la televisión apagada, dedicándole un tiempo al tiempo. También es cierto, que alguna que otra vez por diferentes razones, no nos podemos dedicar estos cinco minutos de relax, que con el tiempo se han convertido en treinta minutos como ya dije antes, cuando esto sucede, no pasa nada, porque lo importante no es obligarse hacer una cosa, sino hacer las cosas por placer. Hasta ahora, ustedes han leído 981 palabras, y creo que nadie ha perdido la vida, por tanto podemos afirmar que leer no es peligro. Sin embargo, pasar el día consumiendo televisión o estar pendiente al móvil, sí que lo es. Estar enganchado al móvil es una gran pérdida de tiempo, que no sólo daña tu salud mental sino también física, pero parece que al mundo no le preocupa en absoluto este asunto, y nadie se alarma por esos  adolescente capaces de perder la vida por su móvil. No cabe duda, que la comunicación es vital en el ser humano, y que desde los inicios el hombre se ha comunicado a través de diferentes medios, como pueden ser las señales de humo, un mensajero que podría ser una persona, o incluso una paloma, el papel, el telégrafo, radio, fax, televisión e internet. Cada uno de estos elementos, marcan una época, un antes y un después en nuestras vidas y en nuestra evolución como especie. Yo no tengo nada encontrar de los móviles, pero sí que estoy enojada con todos los responsables que están implicados en la educación de todos los menores, pues no los educan, ni preparan  para hacer buen uso de las herramientas con las que contamos en esta era tecnológica. De la misma forma que no dejamos a un niño de tres años jugar con un cuchillo, tampoco deberíamos dejar a los adolescente jugar con los móviles. Muchos pensarán que soy una exagerada en cuanto a este asunto, yo, en cambio, pienso sobre ellos que son unos IRRESPONSABLES, y creanme que no me corto un pelo en decirlo en letras mayúsculas, al que no le guste, que se coma un paquete de galletas Maria, que están muy ricas. (Acabo de recordar lo que dice mi fotógrafo oficial, Rubén Bautista León, cuando no me porto del todo bien en sus sesiones de fotos; “La Johanna se vino arriba” jajajaj… al final va a tener razón el Rubén) Las piedras también fueron un canal por donde las antiguas civilizaciones lograron plasmar sus mensajes, creencias, e incluso advertencias a las futuras generaciones. Se dice que la piedra sirvió de comunicación desde que se inventó la escritura, pues con la Biblia se difundió, la escritura sagrada. Decirse se dicen muchas cosas, pero ésto no es cierto del todo. Es evidente que este método era un sistema lento, costoso y difícil de tallar y de gran fragilidad, sino que se lo pregunten a Moises, quién algo disgustado con la humanidad, lanzó una de las dos tablillas al suelo, quedando ésta completamente destrozada. Pero la piedra se utilizó como comunicación antes de la escritura. Creanme, mucho antes. Les cuento, las semana pasada descubrí un artículo cuánto menos, interesante. La piedra Shattuckita era la protagonista en este artículo y se decía de ella que facilita la comunicación con extraterrestres. Al principio, el escrito no me inspiró confianza, pero al final me alegré de haberle dado una oportunidad, y cuando lo terminé de leer, admito, estaba fascinada con aquella piedra. Éste misterioso mineral, descubierto en 1915 en unas minas de Arizona de color azul- claro y oscuro,- verde o turquesa, tiene gran influencia en la comunicación. ¿Y cómo? se estarán preguntado. Pues según leí, la piedra fortalece la intuición y el contacto con guías, y otras fuentes de información espiritual. Además, puede usarse para desarrollar habilidades psíquicas, como la escritura automática y la telepatía. También tiene efectos positivos en la enseñanza y el traspaso de conocimientos de todo tipo, por ejemplo; profesores. Facilita una comunicación sincera, pura y entendible. Físicamente la shattuckita tiene efectos positivos en las amígdalas y el bazo, y también es eficaz contra cualquier tipo de dolencia menor, como puede ser el dolor de garganta, incrementando la coagulación sanguínea y limpiando los bloqueos de las estructuras intercelulares. Edgardo Luciando Camarero advierte en su artículo dedicado a esta piedra, que a pesar de los aspectos positivos de la Shattuckita, debemos tener cuidado con ella, pues no es una piedra mágica, sino una gema sanadora, y como cualquier medicamento, no es para usarla por nuestra propia cuenta y automedicarnos con ella.

Johanna Pérez

3 comentarios en “La piedra Shattuckita”

  1. Muy bueno el articulo como todos tus blogs este nos hace reflexionar sobre el tiempo ,,y tienes razón no valoramos esos 5 o 10 minutos siempre andamos con prisas y de ahí el famoso estrés que al fin y al cabo nos perjudica en nuestra salud . Yo pienso que debemos aprovechar y administrar nuestro tiempo en cosas o personas. Que nos alimente positivamente .Ya que la vida pasa muy rápido no hay excusa el que quiere busca tiempo y lo aprovecha .Yo personalmente mi tiempo lo administro sin prisas y aprovecho cada minuto .Cuando llega ese viernes noche mi tiempo va para la lectura donde me siento y me relajo leyendo estos blog que tanto me gusta y que tanto me enseñan .Otro de mi tiempo favorito es ese que te llena de alegría y cosas bonitas ese tiempo que se hace corto porque me lo paso bien ,,ese tiempo es cuando estoy con mis niños ….en resumen Johanna una vez más como cada viernes que te leo darte las gracias por las cosas tan bonitas que escribes y el cómo lo escribes ..Felicidades mi niña .sigue escribiendo ..

    1. Muchas Gracias Nisamar por todos los comentarios que siempre envías a Digital Faro Canarias. Tus palabras son un reflejo de que la sociedad, nuestra sociedad, comienza a dar sus primeros pasitos dentro del despertar de la conciencia. Cada vez somos más los que apreciamos y valoramos la vida en un sentido más humanista, y menos materialista. Gracias por tus mensajes de cada viernes.

      1. Gracias a ti Johanna pérez hernández porque con tus escritos haces que la sociedad demos un paso más ,,y a través de tus historias y la mágia que tienes para contarla logras el despertar de la conciencia de cada ser humano..Mil gracias de corazón…Nunca dejes de escribir ….besitos..

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