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Los viticultores de Agüimes aprovechan el mes de febrero para podar sus viñas

– Unas 2.000 plantas serán despojadas de elementos innecesarios con el objetivo de optimizar su productividad, ayudar a su fortalecimiento y mejorar la cantidad y calidad de sus frutos. La tarea incidirá en la salud de las viñas y en la posterior producción vinícola.
Como cada mes de febrero, los viticultores de Agüimes aprovechan estas fechas de invierno para acicalar sus viñedos. La campaña anual de poda se lleva a cabo estos días con el objetivo de despojar a las cepas de los elementos sobrantes que les restan vigor y reducen su productividad. Se trata de regenerar las plantas para que tomen fuerza y produzcan más cantidad y calidad de uva.
La calidad de la uva influirá de forma decisiva en la posterior elaboración del vino. De ahí que los agricultores adscritos a la Bodega Municipal de Agüimes se esmeren en esta tarea, para la que cuentan con el apoyo y la orientación de los técnicos del Ayuntamiento. La ingeniera agrícola de la Concejalía de Desarrollo Rural se encuentra visitando las diferentes extensiones agrícolas del municipio a fin de asesorar a los viticultores sobre la mecánica y los efectos de la poda.
Los Cercadillos, la Charca, los Alberconcillos o los Corralillos son algunos de los lugares de las medianías bajas de Agüimes en donde se encuentran emplazados los viñedos. La poda se realiza durante el periodo de reposo de la cepa, desde la caída de la hoja hasta que comienzan a salir los primeros brotes, debido a que es en esta época cuando menos se resiente la planta por las labores de corte. Se han de eliminar sarmientos, pámpanos y hojas sin hacer perder vigor a la vid. De ahí la importancia de elegir justo el momento adecuado, ni antes ni después del periodo de reposo.
Uno de los aspectos más singulares de la poda en los viñedos de Agüimes es la técnica en el corte de sarmientos, que se mantiene como se hacía antiguamente. Al fin y al cabo, la filosofía del proceso es la misma que hace miles de años. Solo han cambiado las herramientas, cuya evolución permite reducir el esfuerzo del podador y mejorar el rendimiento de la operación.
Dentro de algunas semanas, cuando la campaña de poda haya finalizado, los viticultores habrán conseguido controlar el crecimiento de las cepas, adecuándolo a las posibilidades que el medio ofrece y a los intereses del cultivo. El objetivo es conseguir una uva de calidad que permita seguir manteniendo la reputación y el reconocimiento de los vinos “Señorío de Agüimes”, con denominación de origen de Gran Canaria.

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