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La vulnerabilidad posee también un aspecto ético importante y por ello es necesario su reconocimiento y la voluntad de minimizar sus efectos.

Un año más nos encontramos reflexionando sobre los sucesos del anterior con la esperanza de que el nuevo sea mejor.
La pandemia por el nuevo virus COVID-19 nos ha mostrado a la humanidad las graves repercusiones que ha tenido en múltiples campos; no solamente en el de la salud, sino también en el económico, político y social. Desde la perspectiva ética, las crisis siempre llevan a la reflexión y en este caso ha dejado en evidencia uno de los aspectos de la condición humana, la vulnerabilidad. La sociedad actual, hedonista e individualista en extremo, ha tratado de olvidarse de este aspecto, que le incomoda, pero que no puede ser ignorado bajo esta terrible crisis. La vulnerabilidad posee también un aspecto ético importante y por ello es necesario su reconocimiento y la voluntad de minimizar sus efectos. La presente reflexión se basa en el pensamiento de Martha Nussbaum, quién nos proporciona una visión conjunta sobre la consideración de la vulnerabilidad y la justicia, enfoque muy necesario en la sociedad actual.

Si bien hay que reconocer los grandes daños que la pandemia ha ocasionado, también nos ha permitido reflexionar sobre los aprendizajes que ha traído.

La solidaridad, compasión, reciprocidad, justicia, honestidad de muchas personas se han mostrado en forma directa e indirecta a través de medios masivos de comunicación, pero a la vez también se han manifestado actitudes de egoísmo, deshonestidad, injusticia y mentira. Es evidente que las crisis sacan a la luz lo mejor y lo peor de la condición humana.

Volviendo a los inicios de esta reflexión para no caer en un texto que se pierde, vuelvo al hilo de la vulnerabilidad humana, especialmente ante el azar o el destino, que hace que la respuesta inicial del ser humano sean actitudes materialistas, que amenazan la capacidad de decidir y actuar, tanto en lo psicológico como en lo espiritual.

El ser vulnerables nos vuelve necesitados no únicamente de bienes materiales, como la salud y la economía, sino de vínculos humanos, como la amistad, el respeto, el amor, ya que solamente otro humano puede reconocer y comprender nuestras carencias y compartir y ayudar en nuestras necesidades.

La vulnerabilidad, por tanto, presenta un aspecto positivo, pues al ser compartida puede promover la relación humana de empatía, solidaridad y subsidiariedad; y al contrario, el desconocimiento de la vulnerabilidad por parte de aquellos que se presentan como invulnerables desde la perspectiva económica o del poder pueden cometer graves actos de deshumanización, pues no identifican como semejante la dignidad de los otros, aunque tarde o temprano llegarán a ellos las crisis vitales que por naturaleza se posee y tendrán que reflexionar sobre ello.

Como se señala anteriormente, la realidad nos muestra que todos los seres humanos, somos individuos frágiles, necesitados e incompletos, desvalidos ante males materiales y víctimas del mal moral ocasionado por otros, ya sea provocado o no intencionadamente. La existencia siempre está rodeada de riesgos, que aprendemos a manejar desde la infancia, riesgos físicos, riesgos psicológicos y espirituales, fortaleciendo la inteligencia, desarrollando estrategias, pero nunca es suficiente, como nos lo muestra la situación crítica de esta pandemia.

No quiero soltar aquí un rollo y que esta reflexión sobre 2021 sea para deprimir a los lectores, todo lo contrario, hoy tenemos la urgente necesidad de contar con una buena teoría explicativa de las emociones de la ciudadanía en una sociedad digna. Esta tarea exige una reflexión conceptual sobre las emociones, sobre cómo surgen y se despliegan, sobre cuál es su estructura y sobre cómo interactúan entre sí. Desde el grupo que represento en el Ayuntamiento de Ingenio nos hemos sentido así vulnerables, pero a la vez nos ha enseñado ser más capaces de enfrentarnos a nuevos retos. Nuestro lema es la lucha y la gente que componen nuestra comunidad. Por ellos y ellas que nos enseñan cada día a levantarnos y a seguir.

Con cariño esta que les escribe Pilar Arbelo y todas las personas que conforman nuestra fuerza política, les deseamos una buena entrada de año y un reconfortante 2022 .

    Pilar Arbelo

 

https://pilararbelo.wordpress.com/2021/12/30/vulnerables-y-capaces/

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