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Para qué tenemos una Ley de Atención Temprana si no se cumple

El 16 de junio se celebra un día muy especial. Es el día nacional de la Atención Temprana (AT) porque fue en ese día del año 2000 cuando se presentó en Madrid el Libro Blanco de la AT. Un hito en la historia de la atención a la infancia en nuestro país. En él se definía la Atención Temprana como “el conjunto de actuaciones dirigidas a la población infantil de 0 a 6 años, a la
familia y al entorno, que tiene por objeto dar respuesta, de forma lo más inmediata posible, a las necesidades que presentan los niños y niñas con alteraciones en el desarrollo o con riesgo de padecerlas, y/o a sus familias”.
La AT al desarrollo infantil es fundamental para la salud y la vida de todo niño o niña que enfrenta o está en situación de riesgo de afrontar una barrera en su proceso de desarrollo. La diferencia entre acceder o no a una intervención realmente precoz y con prácticas basadas en la evidencia científica puede marcar la diferencia entre alcanzar un mayor o menor grado de
autonomía y mejorar su salud y condiciones de vida presentes y futuras.
Se estima que al menos uno de cada diez menores de seis años necesita AT.
Actualmente, eso supone alrededor de 255.000 en toda España y si lo concretamos a Canarias hablamos de más de 9000. Sin embargo, la cobertura de los servicios públicos autonómicos de AT es de poco más de 100.000. Existe gran diferencia entre comunidades autónomas en relación
con la regulación de esta atención, su organización administrativa, los recursos disponibles, etc., generando situaciones de gran desigualdad: el acceso realmente precoz y continuado a una atención integral de calidad acaba dependiendo de la comunidad donde resida el niño y/o la
capacidad económica de los padres. En el caso de Canarias la cobertura no llega al 1% de la población que la requiere. Por iniciativa de PATDI-Canarias, en abril de 2019 se aprobó por unanimidad en el Parlamento de nuestra comunidad la Ley por la que se regula la AT en Canarias. Sin embargo,
pese a los avances en el último año, queda mucho camino que recorrer para que la AT sea una realidad que abarque a toda la población que la necesite y para que la ley sea cumplida en su totalidad. De las 11 Unidades de Atención Temprana previstas para la presente legislatura solo están en funcionamiento 5, una en Tenerife, La Palma y Fuerteventura y dos, una de ellas abierta
recientemente, en Gran Canaria. En todas ellas, pese a los esfuerzos realizados por el personal adscrito a las mismas, existen largas listas de espera, con escasez de material y recursos personales para poder atender a la demanda existente, lo que conlleva que se priorice la atención a los menores de tres años, quedando excluidos en casi todas las UAT la población de 3 a 6 años. En todas ellas se incumple con la dotación mínima de personal, faltando el psicomotricista y en algunos casos el psicólogo clínico. Si a todo esto sumamos, la falta de estabilidad del personal adscrito a las unidades y la percepción de los mismos de que las gerencias encargadas no se implican todo lo que debieran, genera frustración en el desempeño de sus funciones.
Por otra parte, seguimos a la espera de la aprobación del Plan Integral de AT, que según la ley debería haber sido presentado en noviembre de 2020, así como la necesaria coordinación. Sintoniza Radio Faro www.digitalfarocanarias.com @radiofarosur WhatsApp 685 28 48 48

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