(AUDIO) Juan Carlos Lorenzo, coordinador territorial de CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado), revela en un informe desarrollado por la organización que ha habido un aumento de las solicitudes de asilo en comparación con el año pasado, un 17% más para ser exacto. Sin embargo, destaca que el sistema de asilo en España ha fallado en proporcionar una respuesta efectiva.
“El número de personas que solicitan asilo en Canarias ha aumentado durante el último año, una tendencia que también se observa en el conjunto del país. En la provincia de Santa Cruz, el incremento fue del 60%, mientras que en Las Palmas fue del 40%. Aunque se menciona mucho a Venezuela, también hay personas provenientes de países africanos. El procedimiento de asilo debería tomar entre 6 meses y un año, pero en realidad lleva mucho más tiempo”, explica el coordinador.
España solo protege al 16% de las personas solicitantes de asilo, una cifra muy por debajo de la media europea. Aquellos que son rechazados, en su mayoría, buscan un plan B. Por ejemplo, los venezolanos son orientados hacia la obtención de un permiso de residencia o trabajo de al menos un año, lo cual les permite mantener una situación regularizada. Sin embargo, aquellos que no tienen esa opción quedan en una situación de irregularidad, lo que los coloca en un contexto de exclusión social con escasas posibilidades de integración.
¿Qué sucede con las personas que llegan en patera? Hay situaciones que reciben protección, como aquellas provenientes de países en conflicto bélico, como Burkina Faso o Somalia, con un índice de protección del 90%. Sin embargo, resulta muy difícil que el Estado español brinde protección a aquellos que no provienen de dichos lugares.
“No solo las personas que son víctimas de conflictos bélicos o sociales merecen asilo, también aquellas que huyen por motivos religiosos, orientación sexual, violencia de género, entre otros, deben ser protegidas”, comenta Lorenzo.
En las últimas dos semanas, las pateras han llegado a las costas de Canarias, específicamente a Arguineguín, Lanzarote y Tenerife, entre otras. Muchas de estas embarcaciones llevan personas fallecidas que no lograron alcanzar la costa y se consideran desaparecidas.
Los meses de agosto, septiembre, octubre y noviembre son los que registran mayor número de llegadas, debido a que las condiciones oceánicas son más favorables para llegar a las islas, aunque esto sigue siendo peligroso para quienes intentan la travesía.
“En los últimos 20 días han llegado aproximadamente 2000 personas, lo que supone un aumento del 40%. La mayoría son desplazamientos forzados, no es una elección propia”.
Lorenzo destaca el papel que juega Marruecos y las facilidades que brinda para evitar una avalancha de personas que intentan ingresar al país.
También menciona el regreso de los cayucos, embarcaciones utilizadas en travesías largas que parten de zonas como Mauritania o Gambia, lo cual representa un mayor riesgo.
No es lo único difícil, ya que nombra el problema de las devoluciones ilegales.
“Estamos constatando estos hechos. Por un lado, se ha reactivado el derecho de asilo en España y Europa. Pero, por otro lado, el estado español impone obstáculos que limitan el acceso a este derecho, como las devoluciones en la frontera sur. Recordemos la masacre de Melilla en 2023, donde perdieron la vida 40 personas, sin contar las que están desaparecidas o fueron devueltas”, matiza el coordinador del CEAR.
En 2018 se firmó el Pacto Mundial de Migraciones, un acuerdo que busca una migración normal, segura y ordenada, y que debería abordar la cuestión de la movilidad humana. Sin embargo, en lugar de eso, el pacto prioriza el control fronterizo, el retorno y la externalización. “No se promueven vías seguras. Esto no ha ocurrido de la noche a la mañana, sino que ha sido el discurso dominante en los últimos años. Nos encontramos en una encrucijada significativa”, denuncia Lorenzo.
¿Existe una diferencia en el trato hacia los inmigrantes que huyen de la guerra en Ucrania en comparación con aquellos que llegan a través de una embarcación precaria? “Aproximadamente 170 000 personas han obtenido asilo de manera rápida y eficiente, y lo aplaudimos. Ahora, hagamos lo mismo y extrapolemos esta actitud hacia el resto de las personas”, remarca el coordinador.
Lorenzo destaca que se debe de proteger a las personas y no permitir que entren en una situación donde carezcan de recursos o herramientas para poder salir adelante, sobre todo los que tienen a su cuidado personas menores de edad.
Con el proceso electoral en ciernes, y los cambios que se van a vivir en las próximas semanas, la CEAR solo pide que se cree un pacto sólido en materia de ayuda humanitaria, por encima de cualquier pacto electoralista.
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