En relación con las obras de entubamiento de los barraquillos que atraviesan el Plan Parcial Pasito Blanco y las afecciones que se están produciendo para el libre acceso de ciudadanos a la playa de Pasito Blanco , obras en ejecución por la empresa Lopesan, desde Nueva Canarias San Bartolomé (NC-BC) hemos de indicar lo siguiente:
Debemos dar por sentado que las obras en ejecución cuentan con los informes y permisos legalmente establecidos y en los que intervienen diversas administraciones. No se podría entender que hubiese, por parte de ninguna de las administraciones públicas, un trato diferente a según qué ciudadano o empresa de esta tierra en función de su poder económico o influencia social. La presunción de que todo está en regla la debemos conservar mientras los responsables administrativos perseveran en el cumplimiento de sus obligaciones de inspección y seguimiento.
Por lo que respecta al cierre parcial o total de los accesos a la playa de pasito Blanco, desde NC si que debemos clamar en exigencia de responsabilidades a nuestro Ayuntamiento por cuanto el mismo Proyecto de Urbanización que invoca el promotor para acometer las obras actuales y las anteriores contempla la construcción del paseo marítimo desde la playa de Meloneras y a lo largo de este borde costero –con cargo al referido urbanizador– y las obras ni se las ve ni se las espera. Sin embargo, hay instalaciones del sector que se encuentran ya en explotación. Nos preguntamos donde está la exigencia legal de verificar por parte del Ayuntamiento la culminación total de las obras de urbanización antes de iniciar la explotación económica de lo urbanizado y ¿donde está el paseo marítimo que resolvería definitivamente este permanente conflicto entre el libre disfrute de lo público y la explotación de lo privado? . Desde Nueva Canarias San Bartolomé de Tirajana exigimos de nuestro Ayuntamiento el cumplimiento de la Ley y el ejercicio de las responsabilidades y obligaciones que como garante del cumplimiento de las normas urbanísticas la competen dentro del municipio. Lo contrario huele a dejación y negligencia o, peor, a complicidad en el incumplimiento de las leyes.