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SBT proyecta crear ‘islas de frescor’ en colegios y entornos urbanos para adaptar el municipio al cambio climático

El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana impulsa un ambicioso proyecto de renaturalización de espacios públicos, con el objetivo de fomentar la biodiversidad urbana y mitigar los efectos del cambio climático mediante la creación de ‘islas de frescor’ en entornos urbanos

La iniciativa, promovida por la Concejalía de Presidencia que dirige la teniente de alcalde Elena Álamo Vega, será presentada este viernes al Pleno de la Corporación municipal para su aprobación, como paso previo a su inclusión en la convocatoria de subvenciones de la Fundación Biodiversidad, cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Esta convocatoria se enmarca en el programa de recuperación y mejora de infraestructuras verdes urbanas en ciudades españolas.

El presupuesto total del proyecto asciende a 2.997.091,47 euros, de los cuales el 85% (2.547.527,75 euros) sería financiado por los fondos FEDER a través de la Fundación Biodiversidad. El 15% restante (449.563,72 euros) lo aportaría el propio Ayuntamiento, conforme a los porcentajes establecidos para regiones en transición.

Las acciones previstas se estructuran en torno a un Plan Director de Infraestructuras Verdes y Biodiversidad que guiará la implementación de soluciones basadas en la naturaleza en tres ámbitos estratégicos del municipio.

En primer lugar se contempla la renaturalización de un espacio urbano degradado ubicado en la Avenida Touroperador Neckermann, en el Campo Internacional de Maspalomas. Actualmente se trata de un solar sin uso, que será transformado en una extensa área verde, diversa y accesible, diseñada para el encuentro y el disfrute de la ciudadanía.

En paralelo se impulsará la transformación de los patios escolares en entornos más frescos, seguros y adaptados al cambio climático. Estas actuaciones buscan promover la interacción física, emocional y ambiental de los menores, mejorando su bienestar y fomentando el contacto con la naturaleza. Los primeros centros educativos en aplicar este modelo serán el CEO Pancho Guerra, la Escuela Infantil Los Fraguel Rock y el CEIP Juan Grande, donde se crearán zonas de sombra, vegetación y sistemas de drenaje sostenible.

Como tercera línea de actuación, el proyecto prevé la recuperación de un espacio público deteriorado en la ladera del Parque Botánico. Actualmente, se trata de un talud inestable y expuesto a la erosión, que será estabilizado y transformado en un nodo de infraestructura verde y biodiversidad, seguro y funcional para los vecinos de la zona.

Objetivos: sostenibilidad, salud y participación ciudadana

El proyecto ‘Islas de Frescor’ tiene como finalidad recuperar espacios urbanos con soluciones naturales, crear refugios climáticos, incrementar la biodiversidad urbana y mejorar la conectividad ecológica de los espacios verdes. A su vez, se busca contribuir al bienestar de la población, mediante entornos más saludables, multifuncionales e inclusivos, especialmente en áreas escolares y zonas densamente urbanizadas. La participación ciudadana será un elemento clave para asegurar que las intervenciones respondan a las necesidades reales de la comunidad.

El Plan Director de Infraestructuras Verdes y Biodiversidad contemplará una incorporación equitativa de superficie vegetal, con el fin de reducir el riesgo térmico, capturar carbono atmosférico y mejorar la eficiencia hídrica, haciendo uso de recursos como el agua regenerada.

Este plan requerirá un análisis técnico detallado de cada ubicación, incluyendo su comportamiento térmico, vegetación existente, conectividad hídrica, accesibilidad, y riesgos climáticos. Además, se diseñarán propuestas técnicas específicas para cada espacio, con medidas como mejora del suelo, drenaje, sombreado y revegetación, junto a una metodología participativa que involucre activamente a la comunidad educativa y a los residentes.

Patios escolares: del hormigón al refugio climático

Sobre la intervención en los tres primeros centros escolares (CEO Pancho Guerra, Escuela Infantil Fraguel Rock y CEIP Juan Grande), Elena Álamo explica que “los patios escolares, actualmente pavimentados y con alta absorción térmica, se transformarán en verdaderos refugios climáticos, mediante la plantación de árboles, la instalación de elementos de sombra y mejoras en la gestión del agua”. Añade que “se priorizará el uso de especies vegetales autóctonas -árboles, arbustos, plantas aromáticas y trepadoras- adaptadas a la climatología local. Combinadas con elementos que atraigan fauna, estas zonas fomentarán la biodiversidad urbana y el conocimiento del patrimonio natural, abriendo la puerta a una gestión ambiental más responsable en el entorno escolar y urbano”.

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