Canarias, epicentro de una doble emergencia: vivienda y salud mental
El Observatorio de Derechos Sociales de Canarias (ODESOCAN) ha publicado un demoledor informe que vincula directamente la crisis habitacional que vive el archipiélago con el deterioro de la salud mental de su población. El estudio —basado en datos del INE, Idealista y el Ministerio de Sanidad— no solo confirma que Canarias es uno de los territorios con mayor dificultad de acceso a la vivienda, sino que también revela una escalada sin precedentes en los trastornos mentales, especialmente entre mujeres y jóvenes.
La investigación establece una correlación directa: por cada euro que sube el precio del alquiler por metro cuadrado, los trastornos mentales aumentan un 0,74%. En Canarias, donde el precio del alquiler ha subido un 91,9% desde 2010, esta ecuación se traduce en cifras alarmantes: uno de cada tres canarios ha acudido a atención primaria por motivos relacionados con su salud mental.
El informe expone un contexto insular marcado por el turismo masivo, la temporalidad laboral y los bajos salarios. Con 15,2 millones de visitantes anuales, Canarias representa solo el 2,47% del territorio nacional pero recibe el 32,6% del turismo del país. Esta presión turística se traduce en un encarecimiento del mercado inmobiliario, en el que la renta media no se corresponde con el coste del alquiler. Mientras el precio medio del alquiler ronda los 994€, el salario medio apenas supera los 1.672€, lo que obliga a destinar el 59% de los ingresos al pago del alquiler, muy por encima del 30% recomendado por organismos internacionales.
Además, las mujeres soportan una carga aún más grave. Afectadas por jornadas parciales, la brecha salarial y los roles de cuidado, son el colectivo más expuesto a sufrir trastornos psicológicos, especialmente ansiedad y depresión. El 23,8% de las mujeres canarias presenta algún tipo de trastorno mental, frente al 13,1% de los hombres, según los datos de 2025.
El informe también alerta sobre la respuesta institucional centrada en la medicalización: Canarias es la cuarta comunidad con mayor consumo de hipnosedantes (40,1 dosis diarias por cada 1.000 habitantes) y la séptima en consumo de antidepresivos, con una subida del 83,9% desde 2010. Mientras tanto, el archipiélago apenas cuenta con 7,02 profesionales de salud mental por cada 100.000 habitantes, muy por debajo de la media estatal y de los estándares de la OMS.
La proyección a 2035 es aún más alarmante: si no se toman medidas urgentes, se estima que el precio del alquiler superará los 1.400€ y la prevalencia de trastornos mentales alcanzará al 48,1% de la población. Esto supondría más de 6 millones de visitas anuales a atención primaria por motivos psicológicos, lo que pondría al sistema sanitario al borde del colapso.
Sin embargo, el informe concluye que sí existe una solución estructural: en Canarias hay más de 262.000 viviendas sin uso residencial (vacías o destinadas a alquiler turístico). Estas podrían albergar al 35,7% de los hogares de las islas. Si se recuperaran para fines sociales, se podría reducir significativamente tanto el precio de la vivienda como los índices de ansiedad, depresión y estrés.
ODESOCAN exige una estrategia integral y transversal que no se limite a parches farmacológicos o medidas sectoriales. La relación entre vivienda, salud mental y turismo exige una respuesta pública urgente y coordinada, que ponga los derechos sociales por encima de los intereses especulativos.