En su intervención en El Batiburrillo, la osteópata María Corbacho reflexionó sobre el preocupante aumento de suicidios en jóvenes, señalando la falta de responsabilidad y de hábitos saludables dentro de las familias.
Subrayó que no basta con delegar en psicólogos o profesores, sino que los padres deben implicarse de forma activa en la educación, la comunicación y el cuidado emocional de sus hijos.
Corbacho cuestionó también las creencias limitantes y los patrones heredados —como la violencia de género o la dependencia excesiva de la religión para resolver problemas— que agravan las crisis familiares. Además, destacó la importancia de cuidar la salud física, emocional y mental, recordando que el agotamiento y la falta de autocuidado repercuten directamente en la convivencia y el bienestar de los hijos.
Su mensaje final fue claro: “Aprender a ser responsables de la salud y tomar conciencia de que el cambio empieza por uno mismo”.
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