Skip to main content

Yair Rodríguez: “La canariedad no se manifiesta con palabras, se demuestra con hechos”

En su sección semanal El dedo en la llaga en Radio Faro, Yair Rodríguez parte del tono cercano del Batiburrillo —anécdotas sobre el vídeo navideño del programa, la complicidad entre colaboradores y la campaña de Ferrero Rocher para apoyar a Tejeda— para aterrizar en un eje central: quiénes somos los canarios y cómo se construye nuestra identidad. A partir de una encuesta de la Dirección General de Cultura y Patrimonio, con más de 2.000 entrevistas y 300 páginas de análisis, explica que la mayoría de la población se siente antes del barrio y de la isla que de España o Europa. Primero el pueblo o ciudad, luego la isla, luego Canarias… y después el Estado. La identidad canaria existe , se construye “desde abajo”: desde la plaza, la iglesia, el colegio, las romerías y los espacios cotidianos, no desde grandes relatos diseñados en despachos de Madrid.

Rodríguez destaca que casi un 90% de la población considera que lo que define ser verdaderamente canario es haber vivido o vivir en Canarias, por encima incluso de haber nacido aquí o del acento. La “canariedad” no se basa en papeles ni en sangre, sino en la experiencia de vida y el vínculo afectivo con la tierra. Los datos desmontan el relato del conflicto permanente de identidades: un 41% se siente más canario que español, un 11% solo canario, un 3,1% más español que canario y apenas un 0,5% solo español; más de un 85% ve compatible ser canario y español. Para Yair, el problema no está en la ciudadanía sino en una política que va por detrás de lo que siente la gente, y en medios estatales que siguen confundiendo nombres, lugares y realidades básicas de Canarias sin corregir errores.

A partir de ahí lanza una crítica amplia al modelo de desarrollo: no sirve proclamar que la identidad es un “pilar estratégico” mientras se abandonan centros históricos, senderos, fiestas populares y se sigue llenando la costa de cemento y de plantas alojativas, obligando a jóvenes canarios a emigrar por no encontrar trabajo ni vivienda digna. La encuesta revela que los jóvenes se sienten más vinculados a la costa y, a partir de los 45 años, más a la cumbre, pero en ambos casos siguen mirando a Canarias, solo que desde perspectivas distintas. Yair conecta esos datos con la necesidad de que las políticas públicas, la justicia, las infraestructuras y la formación (PFAE, cuidados, empleo de calidad) se piensen desde las singularidades de cada isla y de cada barrio, en lugar de aplicar recetas calcadas de la península.

Rodríguez también reflexiona sobre la crisis de los partidos tradicionales y la comunicación política: campañas modernas por fuera, pero mismas dinámicas por dentro, “como cambiarle la funda al móvil y seguir con el mismo móvil”. Reivindica la humildad en política —escuchar de verdad, “siendo el otro” y no desde los propios prejuicios— y el papel del ayuntamiento y del concejal de barrio como nivel más cercano y eficaz de la democracia. Al mismo tiempo, tira de la oreja a la juventud: no basta con criticar, hay que organizarse, asociarse, participar y conocer cómo funciona la administración para que no nos manipulen. La democracia recuerda, nació para ordenar lo común y permitir que el pueblo decida; si se abandona, se pierde una parte de nuestra historia. Canarias, concluye, “no es solo un paisaje para vender vacaciones, es una experiencia de vida compartida”; la canariedad se demuestra cuidando barrios, plazas, patrimonio, empleo y derechos. Y cierra con una pregunta al oyente que queda resonando en el aire: “¿Estamos dispuestos a seguir construyendo Canarias?”

En Radio Faro seguimos de cerca las noticias que transforman nuestra isla.
Sintoniza Radio Faro 92.5 www.digitalfarocanarias.com @radiofarosur WhatsApp 685 28 48 48

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Translate »