La Villa de Agüimes conmemora el Día Internacional del Perro Callejero en el marco de la campaña de concienciación contra el abandono de animales, que se incluye en el Programa de Tenencia Responsable de Mascotas Villa de Agüimes
Dentro de las acciones contempladas en este Programa, mañana miércoles 24 de julio, tendrá lugar en la Avenida Los Pescadores de la Playa de Arinaga, de 17:00 a 19:00 horas, un taller de sensibilización dirigida a los más pequeños y pequeñas donde se presentará el comic que aborda la problemática del abandono de mascotas editado por la Concejalía de Medio Ambiente y el Albergue Municipal de Animales.
Con este comic, que servirá como recurso didáctico y de sensibilización destinado al público infantil, se quiere conmemorar el próximo sábado 27 de julio el Día Internacional del Perro Callejero.
Desde 2008 se conmemora esta fecha para concienciar sobre las necesidades que deben pasar estos animales que viven en la calle; además, tiene el fin de fomentar la adopción de los caninos que no tienen un hogar.
El pasado 26 de junio se grabó en la Villa de Agüimes el spot publicitario de la campaña #CeroAbandonoVilladeAgüimes, que pretende hacer frente a una triste realidad por parte de personas irresponsables que abandonan a sus mascotas.
El mito dice que es en la época de verano cuando se abandona a las mascotas pero, en realidad, sucede a lo largo de todo el año. Cuando termina la temporada de caza, porque nace una camada indeseada, por problemas de comportamiento… son algunas de las “razones” citadas con más frecuencia en los estudios que tratan de analizar este grave problema. Hay que seguir concienciando sobre la responsabilidad que es tener un perro y seguir educando para que nadie mire hacia otro lado.
Sin embargo, la convivencia entre personas y animales no siempre es un éxito y en algunos casos la relación fracasa. Para el animal el abandono es el comienzo de un camino muy difícil que tiene un final feliz en forma de adopción sólo en el 45% de los perros y en el 38% de los gatos. El resto de animales deberán seguir viviendo en las protectoras o albergues municipales, donde el ambiente desconocido, el cambio repentino de rutina y el aislamiento de su grupo social pueden suponer un fuerte estrés.