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GUARDIANES DEL TERRITORIO

El pasado miércoles quisimos firmar un acuerdo con los pastores de Gran Canaria para reconocer y potenciar su contribución impagable a la conservación de nuestro territorio y a la biodiversidad de nuestra tierra. La alerta decretada por lluvias y vientos obligó a aplazar esta firma que hemos trasladado al lunes 12 de marzo. Con frecuencia hemos actuado o planificado al margen de los pastores sin considerar el protagonismo que deben tener para que los objetivos de conservación y regeneración de nuestro medio ambiente vayan en serio. Ya no va a seguir siendo así.

Para el Cabildo de Gran Canaria  este acuerdo es un acto de justicia, es una señal de esperanza, es un reencuentro con el mundo rural de nuestra isla. Los despachos desde donde se tomaban las decisiones o se decidían las actuaciones, han estado, con frecuencia, alejados de la sensibilidad, de la experiencia y del conocimiento que aportan quienes todas las mañanas, y todos los días del año, sacan su ganado a pastar y a recorrer las cañadas de nuestra isla.

Esta concertación tiene muchísimas ventajas: afianzará la ganadería de la isla, protegerá la flora autóctona y los endemismos, potenciará  la reforestación e implicará a toda la gente que vive y ama el campo. Gran Canaria no se puede entender sin nuestro paisaje, sin la cumbre, sin los pinares que nos oxigenan, sin la costa que nos acerca a tres continentes, sin nuestros barrancos, sin el ganado que nos regala productos que nos identifican. Gran Canaria tiene el rostro de nuestra flora. La agricultura conforma también nuestro territorio, desde los bancales de las medianías hasta las llanuras de las plantaciones intensivas. Y toda esta diversidad está atravesada por el trabajo y el paso de nuestros pastores que humanizan el territorio, guardándolo y protegiéndolo. La naturaleza ha moldeado nuestra forma de ser y los pastores tejen,  recrean y transforman esa naturaleza en estado puro. Es de justicia reconocerlos como “guardianes de nuestro territorio”.

El Cabildo que presido ha establecido como prioridad de Gobierno desarrollar el mundo rural y trabajar por la soberanía alimentaria. Pero además de mirar por nuestra agricultura tenemos que mimar nuestra ganadería y a sus pastores porque son  auténticos gestores del medio ambiente y la biodiversidad.

Realizamos un acto de justicia. Los pastores de Gran Canaria han contribuido decisivamente al desarrollo de esta isla. Han elaborado productos únicos que nos identifican, especialmente nuestros quesos de los que podemos presumir como equiparables a los mejores del mundo. Los quesos artesanales de Gran Canaria son reconocidos y premiados internacionalmente. Con leche cruda, hechos a mano y madurados en cuevas, en cada queso late el territorio y una forma de vida. Una parte de sus ganados nos han aportado, también, la materia prima de unos tejidos tradicionales que han abrigado a nuestra gente durante siglos.

Pero hay algo que quizás no sea tan conocido por la mayor parte de la gente y es que sin nuestros pastores la flora no se habría conservado y reproducido. Y que son decisivos en la prevención de incendios. Por eso esta firma, que plasmaremos en unos días, tiene mucho de agradecimiento y de homenaje. A los que hemos  conocido en los encuentros preparatorios de la rúbrica del acuerdo y a los cientos de pastores anónimos que están cuidando a sus animales y que forman parte de esta gran familia.

Reconocemos su aportación en el pasado y abrimos la puerta a la esperanza. El acuerdo con los pastores es solo una parte del camino que queremos recorrer: protección del territorio, protagonismo de quienes pisan cada mañana nuestras laderas y saben de la riqueza y de los riesgos de nuestros campos. No podemos decidir solo desde los despachos sin contar con la colaboración, con la opinión, con el compromiso de los pastores. Sabemos que aman el campo en el que viven. Son decisivos para encontrar el equilibrio entre la fauna, la flora y el paisaje. Por eso formamos parte de un mismo proyecto: el de conservar la riqueza natural de Gran Canaria. Si trabajamos juntos ganamos todos y en todas las dimensiones. Es el tiempo de la colaboración y el compromiso compartido.

El Cabildo tiene que ser la casa que nos una a todos los grancanarios en el trabajo por el desarrollo y la grandeza de nuestra tierra. Pero ese futuro esperanzador tiene que ir de la mano de gente que, como los pastores, conocen, respetan, transitan y dialogan continuamente con la naturaleza. Los consejeros de Medio Ambiente y de Soberanía Alimentaria son los principales interlocutores y responsables de este cambio que estamos celebrando. Pero no acaba en ellos. La consejería de Comercio impulsa la marca y el concepto Gran Canaria Me Gusta, que prioriza el consumo de productos de nuestra tierra. La consejería de Turismo promociona todas nuestras excelencias en el exterior. La consejería de Desarrollo Económico  convoca ferias y encuentros para aumentar el conocimiento de nuestro mundo rural y facilitar la comercialización de las producciones locales.

La columna vertebral de la firma del 12 de marzo es el decálogo que llamamos “Pastores del siglo XXI”, donde se recogen las consideraciones básicas para mirar al futuro. Sabemos que el pastoreo ordenado es una de las principales actividades sostenibles en el marco de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria y de la isla en general. La actividad de los pastores es una acción eficaz contra el cambio climático y en las islas ésta debe ser una preocupación que implique a todos los sectores y colectivos de manera coordinada y permanente. Lo estamos haciendo también con los Alcaldes por el Clima o con la participación de la sociedad civil desde el Observatorio Insular para el Cambio Climático.

Decimos también en este decálogo que las cabras asilvestradas no son pastoreo. Ante unos ecosistemas tan frágiles como los insulares las cabras sin dueño no tienen cabida.  Afectan a la naturaleza, a las repoblaciones y a los cultivos. Los pastores y el Cabildo trabajan conjuntamente para solucionar este problema medioambiental. Estamos comprometidos en salvar toda la flora autóctona y los endemismos que suponen una riqueza medioambiental de valor mundial.

La trashumancia de los pastores con sus ganados en Gran Canaria es un patrimonio cultural inmaterial. El movimiento estacional de los ganados es una práctica ancestral de más de 2.000 años de antigüedad, siendo una de las manifestaciones culturales más antiguas que aún perdura. Y debe ser protegida. Y vamos a trabajar codo con codo con ellos para protegerla.

El pastoreo es una seña de identidad cultural de Gran Canaria que tiene presencia entre nosotros desde la llegada de los primeros pobladores indígenas. Este oficio se ha preservado a lo largo de los siglos, conservando nuestras razas autóctonas, legando la práctica tradicional del Salto del Pastor, manteniendo singularidades como el Queso de Flor… y es un garante para el futuro de la salvaguarda de nuestra cultura, folclore, lenguaje y tradiciones.

En este acuerdo el Cabildo asume compromisos: compensarles económicamente por el servicio ambiental que prestan para la  prevención de incendios forestales y para erradicar el ganado asilvestrado del medio natural, que se realizaría, en un primer momento, en el entorno de la montaña del Cedro y Horgazales, en el macizo de Guguy, y posteriormente en otros espacios naturales protegidos de la isla.

Además, el Cabildo se compromete a ejecutar proyectos de creación de “paisajes mosaico” de mejora y ampliación de los pastos. A declarar las vías pecuarias y reconocer el valor de la trashumancia como patrimonio cultural inmaterial de la isla de Gran Canaria. A agilizar el trabajo que se está  realizando para la creación de una futura Escuela Insular de Pastoreo y Ganadería: la intención es aumentar la formación de sus hombres y mujeres, el asesoramiento técnico, el mantenimiento del relevo generacional  y la promoción del sector y los productos asociados.

Les puedo asegurar que desde el Cabildo de Gran Canaria estamos comprometidos en la consecución de estos objetivos. Agradezco a los pastores el cariño y la entrega con la que ejercen su profesión y, desde luego,  su oficio de cuidadores de nuestras tradiciones y de nuestra riqueza natural.

Antonio Morales Méndez
Presidente del Cabildo de Gran Canaria

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