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Colectivos alaskeños de ayuda a enfermos de cáncer se suman al proyecto

‘Be alive!’ y ‘Be the match volunteer’ organizan un acto de bienvenida y agradecimiento al proyecto #RunForLeucemia, y aportan dos nuevos donantes

Cuatro mujeres, Kelly, Sandra, Casey y Christy, cuentan sus vivencias desde lados distintos de la misma enfermedad

 

 

Dos asociaciones de ayuda a enfermos de cáncer de Alaska, ‘Be alive!’ y ‘Be the match volunteer’, han organizado hoy un acto de bienvenida y agradecimiento a la expedición #RunForLeucemia, que encabeza el corredor grancanario de ultra trail Marcos Yánez. Varias personas han dado testimonio como receptores de trasplantes, como donantes de médula ósea y como supervivientes, tanto de un cáncer como de una pérdida por esta enfermedad.

Especialmente inspirador ha sido la intervención de Kelly Marre, superviviente de leucemia que después perdió a uno de sus hijos por la misma enfermedad. Hoy es una de las activistas de ‘Be the match volunteer’, una organización especializada en el apoyo a los enfermos de cáncer y en la búsqueda activa de donantes.

“Mi hijo Luke murió, pero su muerte me inspiró para ayudar a gente en la misma situación. Desde que empecé en esta organización (‘Be the match volunteer’) he inscritos a muchos donantes y dos han sido compatibles con otros tantos enfermos; yo perdí una vida pero he salvado dos”.

Sandra Hinton es la otra cara de este ‘partido’ entre la enfermedad y las distintas formas de afrontarlo desde dentro, pero también desde fuera. Hinton no ha tenido cáncer. Sin embargo, un día hace casi doce años decidió entrar en el banco de donantes de médula ósea con un simple frotis de bastoncillo en la boca. Nada más.

“Diez años más tarde, y todavía guardo el mensaje en el móvil, me contactaron desde el banco de donantes para hacerme nuevas pruebas porque podría ser compatible con un enfermo”. Ella en Alaska y su posible receptor –lo sabe ahora y lo conocerá la próxima semana, Jonathan-, en Miami. De extremo a extremo de Estados Unidos, a más de 6.500 kilómetros de distancia y por una decisión tomada una década antes. “Tuve que hacer memoria porque casi había olvidado que me había inscrito en el banco de donantes”, se sincera, “y fue una buena decisión”.

Casey Randall y Christy Youngblood fueron otros de los testimonios compartidos en el acto de bienvenida. Randall, superviviente de linfoma y desde entonces voluntaria de la organización ‘Be alive!’, especializada en la motivación personal como parte de la lucha contra el cáncer y de su superación anímica una vez vencido a nivel médico; y Youngblood, también superviviente de linfoma, deportista y otro de los ejes del documental.

Randall afirmó que “yo superé el cáncer, pero he conocido a mucha gente que necesita a un donante y también he conocido a mucha gente que ha muerto esperando por un donante, así que gracias por esta iniciativa que busca donantes para que otra gente viva: be alive!”.

Youngblood recordó entre sonrisas cómo al salir a correr sufría, pero ese sufrimiento no era nada comparado con el tratamiento de la quimioterapia. Por eso, “cuando un día estaba en casa descansando de entrenar y recibí los mensajes de Marcos a través de FaceBook, un corredor de trail de las islas Canarias, en España, que estaba preparando un documental en Alaska sobre la lucha contra la leucemia; al final de la conversación me preguntó si quería participar con mi historia y motivar a personas a hacerse donante, y le dije que sonaba genial, pero que ¡cómo había conseguido mi nombre!”.

Kelly, Sandra, Casey y Christy le agradecieron a Marcos su iniciativa, pero conscientes de las sorpresas que podrá encontrar en los 300 kilómetros de rutas a través de bosques y ríos de Alaska, le regalaron un kit de espráis anti osos y un consejo: nunca salir huyendo. Un consejo que dos asistentes al acto tomaron como suyo y gracias al proyecto #RunForLeucemia se inscribieron allí mismo en el banco de donantes de médula ósea con un simple frotis de un bastoncillo en la boca.

 

El reto deportivo y humano

El proyecto #RunForLeucemia’ se desarrollará en junio (del jueves 7 al lunes 11) a través de los bosques de Alaska. Una carrera en solitario de 300 kilómetros en cinco etapas, cada una de entre 50 y 60 kilómetros. El objetivo es concienciar a las poblaciones española y estadounidense sobre esta enfermedad y conseguir 3.000 nuevos donantes de médula ósea.

La primera etapa sale de Eklutna Lake y finaliza en Wolf Lake (58 kilómetros con desnivel positivo de 2.300 metros).

La segunda etapa sale de Hatcher Pass Lodge y finaliza en Willow Camping Area (53 kilómetros con 1.300 metros de desnivel positivo).

La tercera etapa sale de Trapper Creek y finaliza en Petersville (60 kilómetros con 1.200 metros de desnivel positivo).

La cuarta etapa sale de Triple Lake y finaliza en Healy (46 kilómetros con 2.400 metros de desnivel positivo).

La quinta etapa sale de Healy y finaliza en el ‘magic bus’ de la película ‘Hacia rutas salvajes’, después de atravesar un río sin puente (45 kilómetros con 800 metros de desnivel positivo).

Este final de ruta tiene un gran simbolismo para ‘Run for leucemia’, ya que la odisea personal de Christopher McCandless, que terminó en 1992 en el ‘magic bus’, recoge ese afán inconformista y de superación que imprime Marcos Yánez a su proyecto.

 

Colaboradores del proyecto

‘Run for leucemia’ es posible gracias al apoyo y colaboración de estas entidades: Icelandair, America Tours, Gobierno de Canarias, Cabildo de Gran Canaria, Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Hospital Perpetuo Socorro, Gran Canaria Tri Bike & Run, Ahembo, Niños Contra el Cáncer Pequeño Valiente, Hoka One One, Bvsport, Andersen Tax & Legal, Ortopedia Mejorando, Iati Seguros, Running Project Canarias, Revista Trail Run, Canarias En Hora, Topo, Asociación Paz desde el Deporte, Pushbars NutritionReflejos, Pro y Marcos Cabrera Fotografía.

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