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Mogán: objeto de estudio para la educación en dolor crónico

En los últimos tres años, el área de Tercera Edad del Ayuntamiento de Mogán ha dado la oportunidad a los vecinos y vecinas de conocer y enfrentar al dolor crónico, una afección que cada vez es más frecuente entre la población. La fisioterapeuta municipal, Daura Ramírez, ha realizado un estudio al respecto que presentó el pasado mes de febrero en el VI Congreso Internacional de Fisioterapia y Dolor. El siguiente paso a nivel municipal es hacer un seguimiento de al menos de un año a los  residentes que deseen participar en el taller para poder evaluar su evolución.

 

En 2017, a raíz del estudio de calidad de vida relacionado con la salud realizado a todos los vecinos y vecinas atendidos por los servicios del área de Tercera Edad del Ayuntamiento de Mogán, se detectó que el 63% refería dolor físico moderado.

 

Este hecho llevó al año siguiente a la fisioterapeuta municipal a impartir por los distintos barrios del municipio charlas a través de las que se logró un primer acercamiento a la temática. La buena participación en las mismas motivó la organización del ‘Taller de Educación en Dolor’.

 

“El taller se diferencia de las charlas tanto en el tiempo de trabajo –una hora semanal durante un mes entero para los barrios de Motor Grande, Veneguera, Arguineguín, Mogán casco y Playa de Mogán–  como en el contenido, que es mucho más extenso”, ha explicado Ramírez.

 

En las sesiones de este taller, además de informar sobre el dolor y cómo este se desarrolla en el cuerpo, se ofrecieron herramientas no farmacológicas que se pueden emplear para mejorar el nivel de dolor. Entre estas el afrontamiento positivo, la relajación, la conciencia corporal a través de la movilidad articular y el ejercicio físico o la distracción.

 

“Para explicarlo de forma sencilla: el dolor se aprende. Lo interiorizamos. Y lo que intentamos con este taller es salir de ese círculo porque cuando el dolor se vuelve crónico puede que no sea tan intenso pero tiende a  modificar la personalidad o patrones de conducta, e incluso las actividades que hacemos o dejamos de practicar por el malestar que sentimos”.

 

 

 

 

 

El resultado de este proyecto, y en concreto del taller, se expuso en el Congreso Internacional de Fisioterapia y Dolor celebrado en Zaragoza el pasado mes de febrero. “Mostramos todo el trabajo que venimos realizando y que tiene una visión a largo plazo”, ha reseñado la fisioterapeuta.

 

En este sentido, Ramírez ha comunicado que la intención, cuanto sea posible tras el paso de la crisis sanitaria derivada del COVID-19,  es hacer un seguimiento de un año a los vecinos y vecinas que deseen participar en las sesiones aplicando las técnicas para la educación en dolor y poder conseguir mayores resultados. Estos serán valorados a través los test de calidad de vida que se llevarán a cabo al comienzo y fin de este periodo.

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