– Los grabados del barranco de Balos constituyen el conjunto de manifestaciones de arte rupestre al aire libre más importante de Canarias.
Los grabados del Lomo de Los Letreros, en el barranco de Balos, cumplen 50 años desde su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC). Por este motivo, el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de Agüimes, municipio al que pertenece el yacimiento, organizaron el pasado sábado una visita guiada y el descubrimiento de una placa conmemorativa junto a este singular enclave arqueológico, el mayor complejo de arte rupestre al aire libre de Canarias. El acto contó con la presencia del alcalde de Agüimes, Óscar Hernández, y del director insular de Patrimonio Histórico, Sebastián López.
El Lomo de Los Letreros es un afloramiento rocoso que emerge en el cauce del barranco de Balos, en la confluencia de dos de sus barrancos tributarios, el de Temisas y el de Las Pilas, a unos 200 metros sobre el nivel del mar y a unos 6 kilómetros de la costa de Arinaga. En una pared de unos 600 metros de largo por 20 de ancho, se localizan 49 paneles que reúnen la práctica totalidad de tipologías de grabados indígenas conocidos hasta el momento en Canarias.
Abundan los grabados alfabetiformes, signos de escritura líbico-bereber. También están presentes los pictogramas, grabados figurativos de representaciones antropomorfas y zoomorfas. Las figuras humanas presentan rasgos singulares: exageración de los dedos y de los órganos genitales, esbozo de vestimentas y tocados. Las figuras animales parecen representar lagartos, creados a partir de un trazo principal –un tronco– cortado por líneas perpendiculares a modo de extremidades. Una tercera categoría la constituyen los grabados geométricos, representaciones abstractas de motivos variados: círculos, semicírculos, óvalos, líneas rectas y serpentiformes, puntos y triángulos, entre otros.
En cuanto a las técnicas de elaboración, la más frecuente es el picado superficial de la roca, que se debió haber realizado con instrumentos de piedra de punta roma. En ocasiones algunos de los surcos del grabado son abrasionados a fin de regularizar su recorrido. En menor proporción se utiliza la incisión y el raspado.
El conjunto de paneles de Balos constituye el yacimiento con más cantidad y mayor diversidad de manifestaciones rupestres al aire libre asociadas a la población de los antiguos canarios. Pese a estar seriamente alterados por la acción humana o por la exposición a los agentes erosivos, los petroglifos siguen aportando información muy valiosa sobre la cultura de los antiguos canarios. Todo apunta a que el Lomo de Los Letreros fue un lugar escogido por su singularidad paisajística para la confluencia de personas procedentes de diferentes asentamientos, que llevarían a cabo en este espacio prácticas culturales o mágico-religiosas cuyas manifestaciones más duraderas habrían sido los grabados que hoy conocemos.