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El arqueólogo gallego Xurxo Ayán recrea en Cueva Pintada la arquitectura de los antiguos ‘puticlubs’ de las carreteras españolas

  • El investigador explica en una conferencia la base de su investigación de arqueología de los prostíbulos, un proyecto que recupera las huellas de la prostitución en el noroeste de España
  • La cita es en el Museo y Parque Arqueológico de Gáldar el día 13 de diciembre, a las 19:00 horas, con entrada libre y gratuita, hasta completar aforo

Radiografía de la España que trató a las mujeres como ganado. El arqueólogo gallego Xurxo Ayán (Instituto de História Contemporânea, Universidade NOVA de Lisboa)  visita el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada de Gáldar para hablar del proyecto de investigación que realiza, junto a su compañero Carlos Otero, sobre la prostitución en el noroeste de España. El estudio traza la genealogía de los paisajes de la explotación sexual, a partir de las ruinas de los clubs de alterne que florecieron durante los años 70 y 80 del siglo XX junto a las carreteras nacionales de nuestro país. Los investigadores tratan los yacimientos con el mismo rigor científico que se emplea para cualquier ruina milenaria, dibujando el perfil de una España de luces de neón, que siempre asumió y blanqueó esta cultura paralela. La conferencia se celebra el día 13 de diciembre, a las 19:00 horas, con entrada libre, hasta completar aforo.

La conferencia se titula ‘Arquitecturas, paisajes y memorias de las desaparecidas: por una arqueología de la esclavitud sexual en España’ y recoge una propuesta que va más allá de la búsqueda de ruinas en las carreteras nacionales. Se trata de un trabajo centrado en el análisis de la materialidad de esas escenografías arquitectónicas y emplea el registro arqueológico como herramienta de denuncia y arma política.

España es el paraíso de la explotación sexual en Europa y el tercero a nivel mundial en el ranking de consumo de prostitución, tras Tailandia y Puerto Rico. El Instituto Nacional de Estadística incluyó por primera vez en 2016 la prostitución en los datos económicos y estimó que representa el 0,35 % del PIB español. De acuerdo con datos oficiales aportados por la Policía Nacional a la memoria de la Fiscalía del Estado de 2019, el alegal negocio de la prostitución mueve cinco millones de euros diarios. En 2012 el Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado del Ministerio del Interior estimó en 45.000 las mujeres en situación de prostitución en España (lógicamente hay muchas más, pudiendo llegar a 150.000). El último balance del Ministerio del Interior, de 2020, cifra en 3.867 las personas en situación de riesgo de trata y explotación sexual, pero son sólo las que puede identificar en las redadas policiales.

La cultura de la prostitución

“Cuatro de cada diez españoles varones en edad adulta han sido ‘puteros’ alguna vez”, asegura el arqueólogo Xurxo Ayán. La prostitución sexual es una actividad delictiva consentida y tolerada por las autoridades, una realidad endémica y estructural del país que se relaciona con las mafias del tráfico de personas, el narcotráfico y la corrupción política. “Pero también tiene que ver con el machismo estructural de la sociedad española y el modelo de masculinidad promocionado por el nacionalcatolicismo durante la dictadura franquista”, añade el investigador. “Generaciones enteras de españoles hemos sido aculturados en esta realidad, educados en un entorno que ha normalizado el paisaje de los puticlubs en las carreteras nacionales. Una materialidad que ha sido banalizada e incorporada a la cultura popular con tintes de humor negro. Creemos firmemente que debemos ir más allá de los buscadores de ruinas y los nostálgicos de las carreteras nacionales”, afirma.

La metodología arqueológica

Con esta intención, Xurxo Ayán Vila inició en 2021, junto con Carlos Otero Vilariño, (Instituto de Ciencias del Patrimonio, CSIC), el proyecto de arqueología de prostíbulos. Su enfoque metodológico aborda cuatro tipos de actuaciones. Lo primero es la llamada prospección intensiva (a través de fotointerpretación y visitas de campo) para la localización de locales, que son georreferenciados e incorporados a un sistema de información geográfico y a una base de datos. “Este trabajo nos ha permitido incluso elaborar un modelo predictivo de localización de puticlub a partir de la definición de las condiciones de emplazamiento, tránsito, visibilidad y visibilización”.

Después, se hace un registro arqueológico integral de una selección de locales en ruinas, que consideran modélicos de cada período, e incluyen sondeos, excavaciones arqueológicas e inventario de materiales.

Por último, el estudio culmina con la llamada ‘etnografía de la memoria’. “Se trata de entrevistas a vecinos y vecinas y a diferentes agentes implicados en el fenómeno”, aclara el arqueólogo.

Humanizar la esclavitud sexual

Los arqueólogos, que también han trabajado investigando cárceles franquistas o campos de concentración, tienen claras las diferencias que encuentran entre las condiciones de vida de estas mujeres y las de los presos. “En esos centros de reclusión hay una voluntad de que las identidades y los nombres perduren en el tiempo”, trata de explicar Xuro Ayán. “Hay graffitis, caricaturas, dibujos, días del calendario marcados a lápiz. Existe una voluntad de humanización de las condiciones de vida (arreglos estéticos de la arquitectura, objetos reciclados, arte de trinchera). Nada de eso se detecta en los puticlubs que estudiamos. Es más, todo está orientado sólo al bienestar del putero, a cubrir sus necesidades fisiológicas”.

En definitiva, no queda registro material del paso de esas mujeres, a no ser alguna pieza de ropa o harapo en basureros anexos. “Es como una cadena de montaje, la sublimación del ideal fordiano de la producción que maximiza beneficios y minimiza costes. Un puticlub, si nos fijamos en los planos que elaboramos, no difiere apenas de una cárcel. Son arquitecturas para vigilar y castigar, que diría Michel Foucault, arquitecturas de la Modernidad para domesticar y controlar cuerpos”, finaliza su reflexión el arqueólogo.

Trayectoria de Xurxo Ayán

Jorge Miguel Ayán Vila (Lugo, 1976) es Premio Extraordinario de Licenciatura y doctor en Historia por la Universidad de Santiago de Compostela, especialidad de Arqueología. Obtiene el Premio de la Diputación de Pontevedra a la mejor tesis en Humanidades de 2012. Ha ganado sucesivas becas de formación pre y postdoctoral, Se ha formado y ha trabajado en cinco grupos españoles de investigación punteros en gestión del patrimonio cultural, en los que ha desarrollado de manera pionera en el conjunto de Estado líneas de I+D+I en Arqueología Pública, Arqueología en Comunidad y Arqueología del Pasado Contemporáneo.

De la proyección internacional de sus trabajos da buena cuenta el número de artículos y capítulos de libros publicados en revistas indexadas y monografías, así como los proyectos de investigación y cooperación internacional en los que ha participado en España, Etiopía, Chile y Guinea Ecuatorial. Ha sido investigador invitado en instituciones como la School of Advanced Research (EE.UU.), la Academia de las Ciencias de Hungría o la Universidad de Binghamton (Nueva York, EE.UU.). Además, ha participado como investigador en un total hasta el momento de 19 proyectos deI+D+I competitivo. Ha formado parte de los equipos que han ejecutado numerosos proyectos de puesta en valor y diseño museístico de áreas arqueológicas en todo el país.

A nivel docente, ha impartido clases, cursos de verano,lecciones de máster y ponencias en las Universidades de Santiago de Compostela, Vigo,Complutense, UNED y País Vasco. Es autor y/o coautor de 137 publicaciones, 102 comunicaciones y ponencias en congresos nacionales e internacionales y 105 actividades de divulgación, difusión y socialización del patrimonio. Su investigación en I+D+I se centra en el desarrollo de modelos de gestión del Patrimonio Culturales participativos e integradores que facilitan la construcción de políticas públicas de memoria. En el seno de la Universidad del País Vasco ha formado a alumnos y alumnas en arqueología sostenible para la convivencia.

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