En una entrevista de balance municipal en Radio Faro, el alcalde de Santa Lucía de Tirajana, Francisco García, resumió 2025 como “un año de muchas enseñanzas” y reconoció que fue un ejercicio políticamente complejo por la decisión que tomó y comunicó públicamente, lo que generó un “divorcio” con antiguos compañeros. Afirmó, no obstante, que se siente orgulloso de haber defendido desde el inicio un cambio de etapa y dijo que ahora percibe “gente motivada”, con ilusión y ganas de trabajar desde la base y con cercanía, un espacio que, aseguró, “hay que ganar” con trabajo.
Como hitos de 2025, destacó en primer lugar la adjudicación para culminar definitivamente el parque urbano; en segundo lugar, el avance del Plan General, señalando que el día anterior llevaron a pleno documentación clave de su tramitación; y en tercer lugar, el cumplimiento de un compromiso con el personal municipal mediante promoción interna, convirtiendo a 63 auxiliares administrativos en administrativos. Añadió un cuarto logro: el proceso de estabilización del personal del Ayuntamiento, completado “en tiempo y forma”, agradeciendo el trabajo del área de Recursos Humanos y del conjunto del personal municipal.
Entre lo que quedó pendiente, mencionó el parking de La Libertad: explicó que el Ayuntamiento había acordado usar a Sagulpa como medio propio para abrirlo, pero que la alcaldesa de Las Palmas le comunicó recientemente que no será posible por criterio de Secretaría General, por lo que ya trabajan en alternativas para poner en uso esa infraestructura “tan necesaria”.
En movilidad y transporte, defendió las mejoras del transporte municipal con una lanzadera desde Sardina y ajustes de frecuencias para mejorar conexiones con la red insular. Explicó que Santa Lucía, por su población, tiene transporte urbano propio, pero debe coordinarlo con el servicio interurbano; como las guaguas grandes ya no pueden entrar como antes, implantaron un sistema de lanzaderas en las horas de mayor demanda para ganar agilidad y comodidad. Admitió que siempre hay quejas, pero sostuvo que la medida se tomó de forma consensuada y basada en una consulta de necesidades; además, dijo que mantienen conversaciones con la Autoridad Única del Transporte para mejorar la capacidad de los vehículos.
Sobre la Comunidad Terapéutica vinculada a la Fortaleza de Ansite, explicó el cambio de modelo: se firmó un convenio con el Gobierno de Canarias (Dirección General de Adicciones) porque el servicio, que fue referente, resultaba deficitario para el municipio (cifró en torno a 250.000 euros adicionales) y además la administración pública tiene más limitaciones para sustituciones de personal. Indicó que la gestión pasa a una entidad sin ánimo de lucro, Yrichen, por su experiencia en rehabilitación de adicciones, y que el proyecto está ya en fase operativa (cesión del espacio, acondicionamiento y preparativos para comenzar traslados). Subrayó que confía en la continuidad del centro como referencia y mencionó el impulso de personas vinculadas a la entidad, citando a Marcial Morales.
En planificación urbanística, defendió el Plan General como “el documento más importante” para definir el modelo de municipio: categorías de suelo, crecimiento, zonas de ocio y deporte, infraestructuras culturales y educativas, alturas, áreas residenciales, primera línea de costa y conservación del interior. Recalcó que quieren un plan participativo, con reuniones por barrios, pero que depende de informes de otras administraciones. Señaló el objetivo de culminarlo hacia 2027, y dejó clara su postura: Santa Lucía no busca “competir en población”, porque más población exige más servicios e infraestructuras que no siempre dependen del Ayuntamiento (educación y sanidad).
En vivienda, fue contundente: dijo que las competencias municipales son limitadas y criticó que el Gobierno de Canarias no haya avanzado “a la velocidad” necesaria; recordó que hace más de 10 años que no se entregan viviendas sociales en Santa Lucía, pese a que el Ayuntamiento tiene tres parcelas cedidas (Pi Margall, Rubén Darío y otra en Sardina junto al centro de salud) donde las obras no han comenzado. Puso como ejemplo positivo el edificio Las Brisas en Sardina (alquiler asequible por 25 años mediante convenio) y anunció que ya se ejecutan 83 viviendas bajo un modelo de promoción privada con finalidad pública en la zona próxima al parque urbano, con previsión de finalización a finales del próximo año. Indicó también que esa empresa sacará 111 viviendas de adquisición libre y que hay más construcción privada en otras zonas, pero advirtió de la dificultad de acceso para familias con renta media y pidió regular el mercado a nivel regional o estatal ante el aumento de costes de construcción. Añadió que estudian convenios para aportar suelo público y promover vivienda bajo fórmulas en las que, con el paso del tiempo, el activo revierta al Ayuntamiento.
En esa línea, explicó la compra municipal de 54.000 m² de suelo junto al Ateneo Municipal / calle Colón, con varios objetivos: futuro tercer centro de salud, un centro integrado de FP, Residencia de mayores y vivienda pública, aunque requiere modificación de planeamiento. Dijo que el Ayuntamiento valorará nuevas cesiones de suelo cuando vea ejecución real en marcha (“cuando vea las grúas”), y sugirió que el Gobierno autonómico podría no tener suficiente músculo administrativo/económico para desplegar todo su plan de vivienda.
Sobre la polémica del Ateneo Municipal y una investigación por presunta malversación vinculada a pagos de productividades, defendió que la vida política local se ha “judicializado”. Relató que en 2019 se firmó un convenio laboral que incluía productividad; no hubo advertencia formal para impedir su entrada en vigor. Tras el cambio de gobierno, esa productividad no se pagó; en 2023 hubo una demanda colectiva y se alcanzó un acuerdo para abonar cantidades en cuatro anualidades con criterios técnicos. Señaló que después llegó una denuncia penal contra él y contra miembros del consejo (incluyendo a Julio Ojeda y Ofelia Alvarado), y subrayó que la oposición incluso denunció a representantes sindicales. Explicó que, tras un informe de Intervención cuestionando el encaje legal, se frenó el pago y se pidió la devolución, pero con la idea de que los trabajadores puedan defender su derecho en la vía social; dijo confiar en que la autoridad laboral y los juzgados determinen responsabilidades, insistiendo en que él no firmó el convenio de 2019 porque no tenía entonces responsabilidad en la sociedad municipal.
En el capítulo de relación con sindicatos , afirmó que se reunió con las secciones para rebajar tensiones y pidió mejorar el tono y la voluntad negociadora. Mencionó avances y “flecos” en asuntos como el cuadrante de la Policía Local, permanencias horarias, problemas de movilidad de trabajadores por el colapso viario, y diferencias en la OPE 2025, asegurando que buscarán acercar posturas.
Respecto a tensiones internas del PSOE local, confirmó la retirada de la portavocía a Julio Ojeda, primer teniente de alcalde, pero recalcó que sus responsabilidades de gobierno siguen intactas y que se trata de una decisión interna que respeta. Negó que peligre el acuerdo y defendió que en este mandato ha habido más diálogo y una forma de gobernar adaptada al siglo XXI. Sobre el rumor recurrente de moción de censura, dijo que está presente desde que dejó Nueva Canarias y se incorporó a Municipalistas Primero Canarias, pero señaló que ese debate cansa a la ciudadanía y advirtió que quien paga una moción es el vecino porque el Ayuntamiento se ralentiza. Aseguró poder garantizar estabilidad hasta 2027 y sostuvo que sigue teniendo la misma ideología y compromiso desde que accedió a la Alcaldía.
También se refirió a la polémica del FEDECAM en el Cabildo: manifestó su desacuerdo con que Santa Lucía se enterara por los medios de la inversión asignada y reclamó diálogo inter administrativo para decidir prioridades municipales. Dijo que le sorprendió que municipios como Agüimes, Ingenio y Gáldar quedaran fuera, y advirtió que espera que no se repita, porque si no “pensará” que es un reparto político.
Sobre su etapa en Municipalistas, se mostró ilusionado por el clima en la calle y relató conversaciones donde ciudadanos le felicitan por el cambio y por la forma de comunicar y hacer política; incluso afirmó que otros políticos de izquierdas le han comentado que desearían “una revolución” similar en sus organizaciones. Para 2026, expresó un deseo central: salud, y que se cumplan los anhelos de jóvenes, mayores y familias. Reivindicó a Santa Lucía como un referente que ha mejorado en pocas décadas gracias a la suma del entramado social, económico, cultural y al consenso.
Cerró con un mensaje navideño muy concreto: celebró como “mejor regalo” la lluvia que ha regado los campos y el paisaje de Gran Canaria; reconoció que suspender los actos del Día de Santa Lucía fue duro, pero agradeció el agua. Deseó paz, amor y solidaridad, animó a los colectivos a seguir trabajando de forma coordinada y altruista, pidió especial atención a la infancia y a las personas mayores, y animó a compartir en estas fechas.
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