Muy aparte de que una noticia deba ser facilitada, también hay que cuidar la forma en que se transmita. El derecho a la comunicación se sustenta en la libertad de expresión, lo cual no debería justificar que un comunicado sea válido, certero o realmente importante. Como en cada cuestión de la vida, también es necesario aprender a expresar y tener en cuenta sus efectos.
Pueden haber tantas informaciones como intenciones. Por lo tanto, no todo cuenta en el momento de dar a conocer algo, sería oportuno ver qué hay detrás o cuál es la verdadero motivo de lo que se ofrece como una noticia.
Las palabras, escritas o verbalizadas, tienen una repercusión en sus receptores, cuestión a debatir sería saber si la sociedad está preparada. En este aspecto, parece que no se tercia ni la investigación ni el sentido crítico. La gente, por lo general, toma lo que se dice al pie de la letra y sin conceder, al menos, el beneficio de la duda.
Se ha formado un endiosamiento de las versiones oficiales o llamadas “serias” y se ha demonizado el pensamiento crítico e independiente. Es absolutamente justo mantener a la sociedad informada de lo que acaece, aunque procurando evitar el alarmismo o sus consecuencias nocivas. Hay que diferenciar el dar una noticia a crear una paranoia colectiva.
Si las grandes e influyentes plataformas divulgativas no reparan en una elemental ética y mesura a través de su trabajo, es pertinente que cada persona ejerza su función para “separar la paja del trigo”. Aquello que se informa no siempre es rigurosamente verídico, comedido ni responsable.
Existe mucha “información contaminante” y, ante ella, se precisa cuidarse.
Es formidable tener un pensamiento transversal y que rompa con el “dogma de fe” generalizado. Que sea realista y asimismo optimista. La gente se cura conociendo su realidad, no hurgando una y otra vez en la herida.
Amerita que la información sea más constructiva y, de ser este un caso infrecuente, que la gente se proteja en salud y, esencialmente, a pensar por ella misma.
David Valentín Torres
Escritor e investigador