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Presentado el último trabajo del Cronista Oficial de Ingenio, “Ingenio a través de sus instituciones, acontecimientos y personajes”, uno de los últimos actos del bicentenario jurisdiccional de la villa

El Cronista Oficial de Ingenio, Rafael Sánchez Valerón, presentaba el pasado viernes, 2 de diciembre, en el Salón de Plenos de las Casas Consistoriales, su último trabajo denominado “Ingenio a través de sus instituciones, acontecimientos y personajes (1491-1900)”, uno de los últimos actos con los que el Ayuntamiento de la Villa de Ingenio va cerrando la conmemoración del bicentenario del municipio como jurisdicción y que arrancó con la música de Coros y Danzas de Ingenio. El autor estuvo acompañado de representantes políticos, familiares, amistades así como de compañeros cronistas de La Aldea, Telde, Valsequillo, Artenara, Las Palmas de Gran Canaria y Gran Canaria además del presidente de la Junta de Cronistas de Canarias.

A la mesa junto al protagonista se encontraba la concejala de Patrimonio, Ana Hernández, quien quiso felicitarle por el trabajo. “El patrimonio histórico es la identidad de un pueblo y si el mismo se traslada a las páginas de un libro, se hace permanente,” comentó. Por su parte el concejal de Cultura, Rafael Caballero, manifestó que este año de conmemoración ha servido para hacernos “parar y reflexionar sobre el camino andado y poder celebrar el orgullo de nuestros valores, tradiciones e historia”. En cuanto a la obra informó que la mismas estará a disposición de la ciudadanía en las bibliotecas municipales y bibliotecas de los centros educativos.

El alcalde, Juan Díaz, destacó cómo el cronista volvía a “ilustrarnos con su vasto conocimiento obtenido con mucho esfuerzo e ilusión para que conozcamos lo que es y ha sido Ingenio”. Detalló que la publicación abarca el periodo desde 1491 a 1900, “desgranando con detalles cómo se fue conformando nuestra comunidad así como las necesidades y vicisitudes por las que fue pasando” y que “en definitiva nos da a conocer esa vida que sirve de fondo permanente a la historia cambiante y visible”.

El Cronista Oficial de Santa Brígida, Pedro Socorro, fue el encargado de realizar la introducción resaltando del cronista ingeniense su rigor, seriedad científica y, en especial, su amor a su municipio. En cuanto a la obra recomendó leerla de forma sosegada, “disfrutando del placer de conocer datos, detalles, fechas y personajes que describe de manera sencilla y cercana”. “Cada capítulo proporciona más de un deleite, más de una enseñanza, más de una reflexión”, dijo.

Finalmente Rafael Sánchez se mostró emocionado y sobre todo agradecido, mostrando su gratitud a los miembros de la corporación, compañeros cronistas, amigos y amigas presentes que siempre están pendientes de sus trabajos, representantes de la Acequia Real de Aguatona, al editor, Jorge Liria, entre otros. Explicó cómo se gestó el libro, fruto de la recopilación durante toda su vida de acontecimientos y datos del pueblo, adquiridos tanto a través de su padre y su abuelo, en lo que se refiere a orografía, como de fuentes primarias, de los archivos, llegando hasta 1900 porque es imposible resumir toda la historia en un sólo tomo. Esperó que todos y todas disfrutaran de esta obra, “hecha con mucho cariño y esfuerzo”, adelantando que “algunas partes son más bonitas, otras son más densas, pero en especial he buscado aspectos inéditos de la historia, y todo perfectamente documentado con sus fuentes”.

El volumen, de unas 450 páginas, está compuesto por once partes diferenciadas. Comienza con la configuración territorial, los heredamientos y la integración en el Señorío Episcopal de Agüimes para después adentrarse en el largo camino hacia la municipalidad. La Religión también ocupa varios capítulos destacados, abarcando el Cronista desde la jurisdicción religiosa y administrativa entre 1815 y 1835 hasta la consolidación religiosa municipal. Mención especial merece la parte dedicada a las Instituciones (1815-1900) en la que Sánchez Valerón hace mención a la Parroquia de La Candelaria, el Cementerio, dedica un apartado especial a Carrizal como comunidad diferenciada, la Sociedad de Pastos, las escuelas y maestros, los heredamientos y la industria molinar. Seguidamente se centra en los personajes significativos de estas etapas para concluir el libro con capítulos dedicados los cultivos e industrias olvidadas, la intrahistoria y el movimiento natural de la población.

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