Eduardo Álamo es gerente de Mogán Gestión Municipal, una empresa fundada en 2003 y que históricamente ha estado encargada de la recaudación municipal. Si bien es cierto que hay municipios que esta tarea la han delegado en una entidad insular como Valora, el Ayuntamiento de Mogán creó esta entidad hace 21 años para ser independiente. Sin embargo, no es hasta 2015, con la entrada de un nuevo grupo de gobierno cuando esta empresa deja de ser meramente recaudatoria.
“La nueva corporación quiso darle una vuelca de tuerca y empezar a utilizarla como una empresa”, asegura. Álamo asegura que con la llegada de Onalia Bueno a la alcaldía de Mogán, la recaudación ha incrementado de forma exponencial, produciéndose un reajuste en la estructuración: “Desde 2015 hasta 2020 consiguió que la recaudación de Mogán funcionara”.
La población de Mogán ronda los 21.000 habitantes, sin embargo, la población flotante y la afluencia de turistas puede propiciar el paso de cientos de miles de personas. “Una persona de Mogán que paga un impuesto de dominio público puede afectar a cualquier otro. Cuanto más gente viene, más servicios se generan y por ende, más recaudación”, explica. Eduardo Álamo manifiesta que si se recauda poco dinero con una población itinerante tan grande, los servicios no se adecuarán a las necesidades municipales.
La clave para Álamo reside en “liderazgo político y buena gestión”: “Onalia Bueno tiene esa visión de por qué no hacerlo nosotros, sí podemos hacerlo”. Las zonas azules del municipio, por ejemplo, cuya implantación resultó bastante controvertida, en 2017 recaudaron menos de 30.000 euros. En 3 años esta cifra ascendió hasta las 800.000 gracias a la reestructuración y a una gestión directa. “Es cierto que no conozco la realidad específica de todos los municipios, pero hemos demostrado que es rentable”, sostiene.
En cuanto a la gestión de playas, el gerente de Mogán Gestión Municipal manifiesta que antes el Ayuntamiento recaudaba por 7 playas, excluyendo Puerto Rico, entre 60.000 y 80.000 euros, mientras que durante el ejercicio de 2023 se recaudaron casi 2 millones de euros, concretamente 1.900.000. “Tenemos un beneficio neto de 400.000 euros el primer año, ¿qué negocio puede decir eso?”, se cuestiona Álamo. Sobre la implantación de este tipo de sistemas en otros ayuntamientos, Eduardo Álamo mantiene que “cada uno tiene su complejidad, pero es cuestión de ver qué factores intervienen”.
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